Algunas conclusiones tras la gira

Ronaldo y Zidane son los dos triunfadores de la gira, galácticos entre los galácticos. Beckham no es un afeminado icono de la modernidad, sino un jugador grande, solidario y constante para el trabajo chico, útil para la distribución de juego desde el centro o en la banda, y poseedor del mejor toque de balón que el fútbol ha visto desde Maradona. Figo sirve para mucho fuera de la banda derecha, lo mismo en la izquierda que como enganche. Raúl no empequeñece ni desmerece por muchos genios que le pongan cerca. Roberto Carlos entusiasma por su velocidad, desborde y pegada. Y es el que mejor entiende el valor del fútbol show, tan de agradecer en ocasiones como esta.

Eso por lo que respecta a los galácticos. El siguiente triunfador es Pavón, que atraía muchas miradas sobre sí. Elegante, seguro, impecable. Con cierto aire exquisito de ladrón de guante blanco. Le falta armadura y dureza; quizá acepta demasiado lo que propone el delantero, no es central de rompe y rasga, pero da gusto verle jugar. A su lado Helguera es feliz. Nos deja la sensación de que sí, de que hay que fichar un central... suplente.

Siguiendo con el central, es evidente que Queiroz no se toma ni remotamente en serio la posibilidad de Julio César. No le ha dado ni un minuto. Incluso ha metido ahí en ocasiones (ayer mismo) a Raúl Bravo, disfrazando quizá de experimento una llamada de auxilio a su presidente. El riesgo que corre es que Florentino considere que con Rubén y con él ya está completa la posición. Porque su ilusión, y bien claro lo dice, es que jueguen todos los canteranos que sea posible, y visto que Solari, Celades, Cambiasso y Morientes cuentan tanto, será difícil que ceda en la contratación de otro Milito.