Jugar de central en el Madrid...

Leo la entrevista de Tomás Guasch con Milito que va aquí abajo y percibo que el central es un tipo desenvuelto, canchero y atrevido. Y consciente: "Sé a lo que voy. Hierro era del nivel de Passarella o Beckenbauer". Sabe a lo que viene y no le asusta. Viene a un equipo que debe ganar siempre y que además juega siempre al ataque. Florentino, cuando se le presionaba mucho sobre el central, solía decir: "¿Pero vosotros creéis que el Madrid defendería mejor con un Nesta o un Samuel? ¡Si es un equipo en el que todo el mundo se va al ataque, y el que se queda en el fondo está vendido!"

Ese es el problema para un defensa central del Madrid: que juega contra corriente. La vocación del equipo es ofensiva, y más en estos felices años que nunca. Los laterales Míchel Salgado y Roberto Carlos corren alegres al ataque y sólo Makelele ayuda a guardar la viña. Helguera ha hecho un fenomenal esfuerzo de reconversión y limita al máximo sus excursiones al ataque. Pero el equipo en sí es lo que los clásicos llaman un equipo río: va hacia adelante, no hacia atrás. Y al central le queda un enorme terreno para batirse en desventaja. La ventaja de Milito es que lo sabe y se atreve.

Por lo demás, el Madrid cerró ayer el acuerdo con Hierro, que esgrimía derechos por un contrato verbal. Bien. Tanta gloria lleve como paz deja. Hizo lo que tenía que hacer durante muchos años pero últimamente no era ya más que un factor de perturbación para todos. Ya hemos visto al Madrid jugar bien sin él. Ganó la octava con Iván Campo, Helguera y Karanka. Este año hemos visto a Pavón y Helguera juntos, con gran rendimiento. Además viene Milito, y aún queda el repuesto de Rubén. Por primera vez en los últimos años, esa zona parece bien cubierta en la plantilla.

Lo más visto

Más noticias