Una delantera de las de antes

Lástima: soñábamos con una media Xabi Alonso-Guti para este partido, y ni uno ni otro. Guti, ya saben, se torció el tobillo en un agujero traidor. Xabi Alonso se nos ha puesto repentinamente enfermo, lo que confirma que las aguas termales de Montecastillo (que eran lo que se buscaba con la concentración de Jerez, no el pata negra, como algunos malpensábamos) son garantía de salud inatacable. En fin, que el hombre propone y Dios dispone, y de la media soñada, ni uno ni otro. A cambio sí estarán Marchena y Valerón. Bueno, pues al mal tiempo buena cara.

Porque la presencia de Valerón en el equipo, y de todo lo demás, nos permite evocar una delantera de cinco, de las que se veían antes: Etxeberria, Raúl, Morientes, Valerón y Vicente. Dos extremos soberbios, un nueve-nueve, que además está en gran forma, un interior con gran sentido del gol y un cerebro puro. Una delantera de verdadero ataque. Respaldada por Marchena como hombre de corte y soporte en la media, en ausencia de sus compañeros de club, Baraja y Albelda, también bajas forzosas. Y al fondo, una buena defensa, con centrales improvisados pero excelentes.

Digo improvisados porque Helguera no lo era hasta este año, y Puyol apenas lo ha sido incluso este año. Pero son jugadores de esos de verdad buenos, pero lo que se dice buenos, que rinden de lo que haga falta. En conjunto sale un equipo desequilibrado a favor del ataque, pero no seré yo quien se queje de eso, ni hoy ni mañana, aun en el supuesto de que salga mal. En esto le alabo el gusto a Iñaki Sáez. En esto y en su capacidad para discrepar civilizadamente con sus críticos, una cualidad que, dicho sea de paso y sin ánimo polémico, escasea en esa casa para la que trabaja desde hace tantos años.