Beckham, Madrid, Barça, lío...

Bassat presentó por fin a Guardiola como su brazo derecho deportivo, y éste anunció un plan sensato pero no demasiado ilusionante: la prioridad es comprar defensas. Los equipos se construyen de atrás hacia adelante, dicen los clásicos. Además, estaremos de acuerdo en que por arriba el Barça tiene jugadores estimables, como Saviola, Riquelme o Kluivert. Atrás es el heroísmo de Puyol en medio de un solar. La propuesta de Guardiola es perfectamente defendible. Lo que dudo es que entusiasme al aficionado, que lo movilice suficientemente.

En el otro extremo está Laporta, que anuncia que va a por Beckham. ¿Es eso insensato o es pensar en grande? Jugador caro, que no es prioritario, que tiene un entorno incontrolable... Sí, es cierto. Pero también es cierto que su contratación por el Barcelona frenaría esa especie de monopolio del Madrid en la contratación de megaestrellas, colocaría al Barça de golpe en lo alto de la pirámide de la expectación, le abriría mercados. Le haría, de nuevo competitivo con el Madrid. Todo eso con un solo fichaje. Arriesgado, sí, ¿pero no era arriesgado lo de Ronaldo y ha resultado de perlas?

Y a todo esto, ¿qué dice el Madrid? El Madrid soltó un vehemente desmentido para aplacar el apasionadísimo debate que provocaron los primeros rumores. Pero ahora se los resucita Adidas, diciendo que le gustaría ver a Beckham en el Madrid. Y a Florentino también le gustaría. Tanto como le disgustaría verlo en el Barça. Y ha seguido dándole vueltas a la operación. Y sabe que el contrato del club con Adidas podría dar un salto espectacular si reclutara a este último galáctico que le falta. O sea, que habrá culebrón Beckham este verano. Sobre todo si gana Laporta las elecciones al Barça.