El Milán espera en Manchester

Empataron dos veces en el mismo campo, pero un día figuraba que era campo de uno y hubo empate a cero, y el otro día figuraba que era el campo del otro y hubo empate a uno. O sea, que pasó el Milán. Ya sé que es raro, pero es así. Escribió mi amigo Julio César Iglesias que todo deporte es un esfuerzo físico perfectamente inútil sometido a unas reglas perfectamente absurdas. Y así es, y así nos gusta. Y esas reglas absurdas ponen al Milán en Manchester, a la espera del Madrid salvo mejor opinión de la Juventus. Eso lo sabremos esta noche. Pero pongámonos en lo mejor.

El Milán es buen rival para el Madrid. Tiene más enjundia que el Inter, aunque éste puede resultar muy amenazante cuando tiene a Toldo a un lado, Vieri al otro, y nueve cascoteros dispuestos a todo en medio. El Milán tiene más clase, mejores jugadores (disimulemos cortesmente la presencia de Gattuso en el equipo) y por ahí anda Redondo, que le da un plus de interés al posible choque con el Madrid. Y Seedorf. Y Maldini. Y Rui Costa. Y lo que queda de Rivaldo, que me parece que no es mucho. Decididamente, un Madrid-Milán sería una gran final. Y usted que lo vea.

Y eso que pasó sin heroísmo. Sin ganar al Inter, con ese solitario gol de Shevchenko y metiéndose luego atrás para ceder tropecientos corners a costa de un solo gol. Tiene más clase, o así lo parece, pero es calcio puro. Como esta Juventus que esta noche necesita marcar un gol. Las fotos del entrenamiento del Madrid estaban llenas de sonrisas y risas. Si hay alegría es que hay confianza y eso es buena señal. Falta Makelele, el hombre del equilibrio, Raúl va en precario y Ronaldo también. Pero aun descontando todo eso, queda mucho Madrid. Y un gol de ventaja.

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