Suplentes por algo

«Un córner a favor en todo el partido, ningún disparo en la segunda parte. Los reservas del Madrid dejaron patente otra vez por qué son reservas. Falta de empaque, falta de jerarquía, falta de pasión, falta de entusiasmo. Lo que sí había enfrente. El Recreativo peleó por su suerte ante la visita del que se supone mejor equipo del planeta y sacó un punto, que puede valer bastante, porque por atrás se va muy despacio. Aunque el Alavés ganara ayer en el Calderón, el punto es bueno para el Recreativo. Pero para el Madrid, no tanto. En su carrera, la de los líderes, se va mucho más deprisa.

«Se va más deprisa, pero estos suplentes no tienen prisa. Es duro, pero hay que decirlo así. Los galácticos no sólo son mejores, sino que tienen más vergüenza torera. A sus reservas les falta capacidad para rebelarse ante su situación. Es cierto que es difícil abrirse hueco en el Madrid de hoy, pero en las ocasiones en que se les presentan no son capaces de suscitar la menor duda. ¿A qué viene ese tran-trán cuando hay una Liga en juego, cuando se vive una de las raras ocasiones de hacer una aportación seria al club? ¿Cómo plantear rotaciones en este equipo, con estos reservas?

«Es el problema a resolver por el Madrid desde hace tres temporadas: la mentalización del segundo equipo. Hay una tendencia a la molicie que resulta contagiosa, y que lo es más si en días como el de ayer el entrenador toma decisiones tan inexplicables como dejar fuera a Portillo. Una decisión que mereció el castigo expreso de la rabona de Tote, que quedará como el recuerdo gráfico de este partido. Hay un manejo en el fondo de la plantilla que tiene algo que ver con componendas, méritos mal repartidos y castigos fuera de hora que crea una irrealidad. Y esa irrealidad se vio ayer en El Colombino.