Nuestra Liga rinde culto al nueve

Primer gol de la Real. Xabi Alonso quita en el medio campo, mira y lanza en largo a Nihat; el turco corre y alcanza el balón con ventaja sobre el defensa. Y el cierre perfecto: el centro raso a Kovacevic, que ha seguido la jugada desde su origen, la ha acompañado y ha improvisado el movimiento final de desmarque, que facilita la entrega del compañero y el remate propio. Conclusión: gol. El gol de un nueve casi perfecto, que lo tiene todo: cuerpo para chocar, salto, cabezazo, coordinación, habilidad en dosis suficiente y el don para el remate, ese misterio que consiste en armonizar fuerza y precisión en un golpe único. Más esa rarísima facilidad para percibir con el rabillo del ojo los resquicios que la colocación de todo portero deja.

Y falta lo principal, lo que podríamos definir como la resistencia a la decepción. No todos los pases llegan, no todos los remates entran. A veces se puede estar media hora sin tocar el balón, a veces se puede estar un mes sin meterlo dentro. Pero el nueve sobrevive a eso y si no es que no es un nueve. Y lo que más me gusta de nuestro campeonato es que tenemos más nueves que nunca, al menos que yo recuerde. Y de todos los tipos. Velocistas implacables como Ronaldo o Makaay; exquisitos como Tristán, Luque o el Niño Torres; peleadores como Pandiani o Aloisi; siameses como Dely y Darío; viejos dinosaurios como Carew, Urzaiz o Palermo; merodeadores de gran olfato, como Antoñito, Catanha o el infalible Portillo.

Parece que nuestra Liga es caldo de cultivo para nueves. El otro día lo escribía Moñino en un buen reportaje: jugadores procedentes de otras funciones empiezan a aparecer por el punto de penalti, y se adaptan, y se alimentan también de goles: Fernando, Ezquerro, Edu, Mista, Sales, Guti cuando le dejan... Nunca había ocurrido eso, al menos en tanta proporción. Miren la tabla: por abajo andan los que más problemas tienen para contar con un buen nueve (Milosevic está fallando y en Montjuïc nunca le perdonarán a Clemente que dejara medio partido a Tamudo en el banquillo ante el Barça). Sin embargo, por arriba, ni les cuento: Ronaldo, Portillo, Kovacevic, Luque, Tristán, Makaay. Decididamente, esta es la Liga de los grandes nueves.

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