La manada más el Ferrari más el Alavés

Tres goles de Ronaldo, dos de Raúl. Con su hat-trick, Ronaldo empieza a hacernos pensar que su objetivo de llegar a los veinticinco en esta Liga es posible. Con sus dos, Raúl alcanza y rebasa a Hugo Sánchez en la tabla de goleadores históricos del Madrid, en la que ya es cuarto. Le preceden, de más cerca a más lejos, Santillana, Puskas y Di Stéfano. Fue la noche feliz de dos jugadores formidables. Muy diferentes, pero demoledores ambos. Juntos son, evidentemente, demasiado para la defensa del Alavés, que se cayó como un castillo de naipes desde muy pronto.

De Ronaldo dijo Valdano que "cuando ataca, parece que ataca una manada". Esa es la sensación que produce cuando arranca, con esa aceleración que abre un surco y parece poderse llevar por delante cualquier cosa. Cuando lo necesita, embellece su potente sprint con el zigzagueo de sus bicicletas, con las que ayer dejó los riñones en carne viva a Llorens en uno de los goles y a Abelardo, caído en el suelo, en otro. Para el tercero no necesitó bicicletas, sino su simple potencia. ¿Es ya el del Barça? No, todavía no lo es, pero cada vez está más cerca. Me parece que ya está muy cerca.

Y Raúl, el Ferrari, como lo definió Hierro. Lo suyo es otra cosa. No es un privilegiado físico como Ronaldo, aunque sí goza de un fondo envidiable que le permite estar siempre donde le conviene al equipo. Lo mismo baja para ponérselas a Ronaldo a la medida de su carrera que husmea por arriba en busca de lo que caiga. Corre para perseguir, corre para quitar, corre para estar cerca de la red y corre para cantar los goles. Esta vez el viaje del Madrid al Norte resultó provechoso y feliz. Claro, que enfrente estaba el Alavés, que tan poco se parece ya a aquel de la gloriosa temporada de la UEFA...