Ciclismo | Vuelta al País Vasco
El Jabalí fue más fiero
César García Calvo, ex rival de Manuel Martínez en lanzamiento de peso, remontó a Unai Etxebarria y logró el mejor triunfo de su vida.
César García Calvo, el Jabalí del Bierzo, fue más fiero que Unai Etxebarria. También más listo. Ambos llegaron destacados a la meta de Vitoria con los bufidos del pelotón en el cogote. El vasco-venezolano del Euskaltel, más rápido que el leonés, se inquietó y lanzó el sprint a 250 metros de la pancarta. Muy lejos. Tomó una importante ventaja, pero su rival no se rindió. Pegaba el viento de cara. Unai se desgastó y el ciclista del Relax, todo potencia, le rebasó en el último suspiro.
Fue un triunfo agónico. A seis segundos llegó el pelotón encabezado por Beat Zberg, que sigue líder. Unai Etxebarria explicó después el porqué de su precipitación: había sentido calambres en una arrancada anterior y también temió por la cercanía del pelotón. En todo caso, su victoria estaba cantada, porque llegaba más fresco. Pero García Calvo sacó fuerzas no se sabe de dónde. Fiero como un jabalí.
César se merecía el triunfo, porque llegó a Vitoria con 157 kilómetros de escapada en las piernas. En su fuga cambió varias veces de compañeros. Saltó en el km 26 para dar caza a Codol. Luego se añadieron su compañero Sergio Pérez y Marcelino García. Este último se descolgó tras la subida a La Herrera, pero a 10 km de la meta se les unieron Valdez y Etxebarria. El vasco atacó a 3 km y sólo Calvo le aguantó hasta el final. El Jabalí corrió a lo grande, como un experto clasicómano.
García Calvo, vencedor de las metas volantes en la Vuelta a España 2001, tiene un curioso pasado. Fue lanzador de peso y jabalina hasta los 19 años. En León competía contra Manuel Martínez, campeón de Europa indoor de peso. Y siempre quedaba segundo. Aún así, mantiene algún récord leonés de jabalina. A los 20 años empezó con el ciclismo. En cuatro temporadas como amateur ganó 40 carreras y tres vueltas. En 1999 pasó a profesionales con el Recer portugués. Y de ahí fichó por el Relax.
El Jabalí del Bierzo. Su apodo también tiene una buena historia. Le llaman el Jabalí del Bierzo por su parecido físico con su paisano Marianín, ex futbolista internacional del Oviedo y natural de Ponferrada, que respondía al mismo sobrenombre.
La otra noticia del día fue la retirada forzosa de Francesco Casagrande, quizá el hombre más fuerte de la carrera, según se demostró en la primera etapa. El italiano sufrió una caída en un paso a nivel. Al principio se temió que suría una lesión grave y hasta se dudó de su presencia en las clásicas Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja. Incluso en el Giro de Italia. Finalmente, todo quedó en un susto.
Unai Etxebarria es más rápido, pero yo soy de esos corredores que no tiran la toalla hasta el último metro. No sé ni cómo he podido remontarle. Quizá acusó el viento de cara. Cuando salté del pelotón, ni me imaginaba que podía llegar.
Es la mejor victoria de mi vida, con gran diferencia, y quiero hacer una dedicatoria muy especial a Paquillo, que fue masajista del equipo Alcosto y que murió recientemente. Me gustan mucho las clásicas y me gustaría dedicarme a ellas. Pero en el Relax no tengo ocasión".