Ciclismo | Mapei
El secreto de Oscar Freire
El bicampeón del mundo está logrando controlar
Unos ejercicios de estiramiento están aliviando sus molestias. Les dedica de 15 a 20 minutos, antes y después de cada etapa. La tabla se combina con otra de fortalecimiento, masajes y cambio de hábitos en sus posturas
¡Cómo cambia la vida! A estas alturas de la temporada pasada, Óscar Freire buscaba desesperadamente una solución para su lesión crónica lumbar. Un año después, la situación es muy distinta: ya suma dos victorias, se pelea todos los días con los mejores en la Tirreno-Adriático y se perfila entre los grandes favoritos para la Milán-San Remo. Y lo que es mejor, Óscar ya casi ha olvidado sus molestias (aún no canta totalmente victoria) gracias a una fórmula para eliminar sus dolencias durante la competición y el entrenamiento descubierta por el equipo médico del Mapei, encabezado por Aldo Sassi.
La fórmula secreta de Freire, que ya utilizó el año pasado para ganar el Mundial, se basa en cinco acciones paralelas: ejercicios de elasticidad (más conocidos como estiramientos) antes y después de coger la bicicleta; ejercicios de fuerza, que le permiten proteger la zona lesionada; cambio de hábitos posturales (higiene postural), sobre todo en la cama; masajes especiales (dos o tres veces por semana), y una buena hidratación.
Freire pasó medio año de clínica en clínica, hasta que cayó en manos de Manuel Rodríguez, médico español del Mapei, quien le presentó a la fisioterapeuta danesa Vivi Lantzky, afincada en Sevilla. Ambos localizaron el problema del cántabro: una fibrosis en el músculo cuadrado lumbar, que se le contracturó de tal manera que le rozaba los nervios y le producía dolores en la espalda y en la pierna izquierda. Se estudió la posibilidad del quirófano, pero finalmente idearon el tratamiento actual, al que se está sometiendo desde abril de 2001.
Desde entonces, el campeón del mundo tiene que hacer una serie de estiramientos durante quince o veinte minutos, antes y después de la etapa. "Gracias a estos ejercicios, noto que la zona lumbar no se me carga tanto. No estoy curado al ciento por ciento, pero voy tirando y, al menos, puedo competir", explica Freire.
Incluso para dormir. El cántabro combina los estiramientos con ejercicios de fuerza, que realiza unas tres veces por semana y que le sirven para fortalecer la zona dañada. Además, ha corregido ciertos hábitos. "Tiene que dormir en una cama dura, con una almohada entre las piernas para no estirar el cuadrado lumbar, y no debe estar más de siete horas y media tumbado", explica Manuel Rodríguez. A todo lo anterior hay que añadir una buena hidratación y masajes especiales lumbares.
Freire está respondiendo perfectamente al tratamiento. Su victoria en el pasado Mundial ya fue una buena prueba. Y su rendimiento en lo que va de temporada han acabado por refrendarlo.
¿Dónde está el límite de Óscar Freire? Manuel Rodríguez, médico asturiano del equipo Mapei, desconoce la respuesta a esta pregunta: "Quizá no le hayamos podido ver todavía en plena forma, porque siempre ha arrastrado problemas que le han impedido competir al ciento por ciento".
Pese a los contratiempos, Freire ha ido llenando su palmáres de victorias importantes. Cuestión de clase. "El secreto es que Óscar parte de una base por encima de los demás. No necesita tanto entrenamiento para lograr triunfos, porque tiene una calidad metabólica superior a otros. Las cosas que a unos les cuesta mucho trabajo, Freire puede hacerlas sólo por clase".
Rodríguez cree que Freire mostrará cosas durante la presente temporada todavía desconocidas: "Nunca ha corrido con continuidad, por eso no sabemos si será capaz de estar ganando desde febrero hasta octubre, como han hecho otros ciclistas como Erik Zabel o Laurent Jalabert. Pero de lo que estoy seguro es de que este año vamos a disfrutar mucho con Óscar".
Aldo Sassi, responsable de la preparación del Mapei, también mostró su confianza: "Freire es un ciclista con quien se puede trabajar muy bien, porque tiene unas condiciones excepcionales para el ciclismo. La única incógnita son sus lesiones y esperemos que ya estén superadas".
Freire volvió a codearse ayer con los mejores escaladores en la cuádruple ascensión a Montegranaro, meta de la sexta etapa de la Tirreno-Adriático. Di Luca lanzó tres ataques en la última subida que acusó el holandés Erik Dekker, líder de la carrera, que aguantó con la ayuda de su compañero Boogerd. Al final llegó algo cortado, pero mantuvo el liderato, ya que sólo perdió tres segundos con respecto a Di Luca y Freire, quien superó su fatiga del día anterior y volvió a tener buenas sensaciones.
El español Juan Antonio Flecha (ibanesto), que protagonizó dos escapadas, tuvo una destacada actuación en la etapa, que se llevó Franco Pellizotti con su ataque final.