Ciclismo | Tirreno-Adriático
Primer podio para Freire en una vuelta
A tres días de la Milán-San Remo, acabó tercero en la general por detrás de Dekker y empatado con Di Luca.
Oscar Freire está listo para el asalto a la Milán-San Remo. Ayer, a sólo tres días de la classicissima, el campeón del mundo se subió por primera vez en su vida al podio de una vuelta por etapas. El cántabro ha terminado tercero en la Tirreno-Adriático casi sin proponerselo. Se encuentra en un estado muy dulce. Esto huele a gesta.
Freire nunca había pisado podio en una ronda. "Ni siquiera lo logró como amateur", puntualiza Matxin, su técnico en aficionados y actualmente en la plantilla del Mapei. Óscar ha demostrado en la Tirreno-Adriático que, si quiere, también puede rendir como los mejores en la contrarreloj y en la media montaña. "Pero que nadie se engañe. Freire no pretende evolucionar hacia las grandes vueltas, porque a él lo que le gustan son las clásicas".
El bicampeón del mundo no se metió ayer en el sprint final. "Porque se vio cerrado y prefirió no arriesgarse estando tan cerca la Milán-San Remo", explica Matxin. En esta última etapa acabó 13º y se ha ido de la carrera sin mojar, pero lo importante es el buen tono general que ha demostrado.
Eso sí, el maillot arcoiris no se cruzó ayer de brazos. Ni mucho menos. Intentó desbancar a Danilo di Luca de la segunda plaza de la general y casi lo logra. El cántabro consiguió dos segundos de bonificación en una meta volante y ha terminado igualado a tiempo con el italiano. Para el desempate hubo que recurrir a las centésimas de la contrarreloj del pasado domingo. Resultado final: Di Luca mantuvo el segundo puesto por sólo 14 centésimas.
El triunfo final se lo anotó el holandés Erik Dekker, actual ganador de la Copa del Mundo y gran rival de Freire en esta competición. La victoria de la última etapa fue para Mario Cipollini, tercero en la pasada Milán-San Remo y otro de los grandes enemigos de Óscar para el próximo sábado. El italiano aventajó a Erik Zabel, cuádruple vencedor de la classicissima... Conclusión: los rivales del español están que se salen. Y Freire, también.