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Ciclismo | Tirreno-Adriático

Registros simultáneos en domicilios y hoteles

La policía italiana investigó a las cinco de la mañana a siete ciclistas: Rebellin, Sacchi, Leoni, Faresin, Stangelj, Casagranda y Casarotto.

El holandés Erik Dekker, vigente ganador de la Copa del Mundo.

La policía italiana volvió ayer a las andadas y registró a siete corredores de la Tirreno-Adriático a las cinco de la madrugada, tanto en sus hoteles como en sus respectivos domicilios.

La fiscal de Padúa, Paola Cameran, ordenó el registro de siete corredores: los italianos Fabio Sacchi , del Saeco; Davide Casarotto, Stefano Casagranda y Endrio Leoni, del Alessio; Gianni Faresin y Davide Rebellin, del Gerolsteiner, y el esloveno Gorazd Stangelj, del Fassa Bortolo. En esta inspección sólo se halló un broncodilatador (Ventolín) a Rebellin y dos pomadas con corticoides a Casarotto, pero ambos tenían justificantes médicos.

Producto sospechoso. Sin embargo, los NAS (policía especializada en drogas y dopaje) informaron después de que paralelamente se habían registrado los domicilios de los seis italianos (Stangelj vive en Eslovenia) y aseguraron que habían encontrado "un producto sospechoso", pero no especificaron ni el nombre del medicamento ni del corredor.

La fiscal no explicó por qué se registró a estos siete ciclistas y no a otros, pero el nexo común parece ser el ex médico del Liquigas Enrico Lazzaro, que el año pasado atendía a seis de ellos (todos menos Sacchi). Recientemente se ha hecho público que Lazzaro había sido grabado con cámaras durante 400 horas en el pasado Giro de Italia.

La Fiscalía de Padúa instruye un caso de dopaje paralelo al de la Fiscalía de Florencia, que fue la que ordenó el año pasado los registros a todos los participantes del Giro de Italia en San Remo.