El respeto escénico

Valdano se ganó un hueco en la hemeroteca de frases con continente y contenido al referirse a la magia del "miedo escénico del Bernabéu". Juanito Gómez, visceral y entregado a la causa blanca, europeizó el discurso con una divertida carga de profundidad contra Milán e Inter, las víctimas preferidas de los 80: "Noventa minuti en el Bernabéu son molto longo". Se trataba de disuadir al enemigo por una simple cuestión de impacto paisajístico. Saltar al pasto del Bernabéu amedrenta, impone un respeto reverencial y deja al adversario tan admirado por el entorno que cuando despierta del shock ya lleva un par de goles en la mochila.

El Bernabéu sigue fiel a su tradición y a su justificada leyenda. Nadie le tose en la Liga desde que en España la peseta era venerada (1-11-2000) y en Europa nadie le lanza un bocado desde aquel misil inteligente de Elber en la ya lejana primavera (1-5-2001). Los aficionados se vuelven locos por una entrada. Lo intentan por teléfono, si fracasan se pasan horas en la cola y ayer mismo las taquillas echaban humo. Llenazo ante el Betis, llenazo ante el Athletic. La fiesta continúa. El Bernabéu es como Venecia. Señorial, impactante... y muy, muy respetable.