Ciclismo | Vuelta a España
Simeoni no hizo gracia al jurado
Fue multado con 40.000 pesetas por pararse en la meta.
Filippo Simeoni tiene nombre de payaso. Quizá por eso, ayer arrancó una carcajada en los aficionados con su original celebración. Frenó la bici en la llegada, la levantó, la besó y luego cruzó la meta a pie arrastrando a su fiel compañera. Su gesto provocó la risa de la mayoría, pero al jurado no debió hacerle gracia, porque le impuso una multa de 400 francos suizos (algo más de 40.000 pesetas) por comportamiento incorrecto.
El artículo 30
Los jueces aplicaron el artículo 30, que regula las actuaciones indebidas. "El reglamento no especifica qué es un comportamiento incorrecto, sino que somos los comisarios quienes lo decidimos de forma subjetiva, pero siempre buscando justicia", explicó el árbitro español Roberto Coca. "Simeoni puede entrar a pie con la bici, porque está permitido, pero hemos castigado el caos montado en la meta, que también ha deparado la expulsión de cuatro motos por ir pegadas al corredor".
Ajeno a la sanción, Simeoni tenía una curiosa forma de explicar su gracia: "Lo he celebrado así porque soy un pensador... Lo he hecho para desfogarme, porque estoy pasando por momentos de tensión deportiva y extradeportiva. Creo que el ciclismo es una historia de amor y de odio. De odio, por la extrema fatiga. De amor, porque me da lecciones de la vida y me refuerza el carácter...".
Cuando Filippo Simeoni habla de sus tensiones, está aludiendo a una declaración judicial que fue filtrada en la revista GQ, en su número del pasado mes de julio, y en la que el ciclista italiano reconocía que el doctor Michele Ferrari le había tratado con EPO y con anabolizantes entre 1993 y 1997. Cuatro años después, el corredor transalpino parece haber cambiado: "Quiero dedicar esta victoria de etapa a la paz en todo el mundo y a la gente joven, que debe ver al ciclismo y a los que lo practicamos como un deporte sano".