El drama de Trusova antes del podio: "Odio este deporte"
La rusa, segunda en patinaje artístico, acabó llorando y gritando tras no ser capaz de hacerse con el oro. Su compatriota Valieva también acabó entre lágrimas.
Auténtico drama el que se ha vivido en la noche de Pekín. Kamilia Valieva, la gran baza rusa y una de las estrellas de estos Juegos Olímpicos, se quedó sin una medalla que parecía tener asegurada. La patinadora de 15 años, que saltó a la fama por ser la primera mujer en planchar un cuádruple en unos Juegos y, posteriormente, fue noticia por su positivo en dopaje, se fue al suelo dos veces y se desequilibró una tercera en el programa libre, la segunda parte de una final en la que el TAS permitió que participara.
Valieva, tras acabar cuarta y haber sido sometida a una enorme presión para una persona de 15 años, acabó entre lágrimas. Pero no fue la única patinadora que acabó llorando. El oro fue para la rusa Anna Scherbakova, de 17 años y campeona mundial el año pasado. La victoria de Scherbakova provocó que su compatriota, Alexandra Trusova, también de 17 años, se tuviese que conformar con la plata.
Ante este resultado, Trusova acabó llorando y gritando a quien trataba de calmarla. Inicialmente, la impresión que daba era que lloraba por lo que le había sucedido a su compañera Valieva. Pero fueron sus gritos los que aclararon que la frustración era por ella misma. "¡Todo el mundo tiene una medalla de oro, pero yo no! ¡Lo odio!", decía la rusa, quien no estaba de acuerdo con la decisión de los jueces. Por primera vez en la historia, Trusova fue capaz de clavar cinco cuádruples en un mismo ejercicio. Se llevó la puntuación más alta del programa libre, 177.13, pero fue insuficiente para ganar el oro.
"¡Odio este deporte, lo odio! ¡No voy a salir al hielo nunca más!", llegó a decir una Trusova fuera de sí, que se negó en repetidas ocasiones a salir al podio. Su frustración viene de atrás, y es que Trusova era una de las figuras más prometedoras del patinaje ruso. Dos veces campeona del mundo en etapa júnior, desde su salto a profesional en 2020 se le escapa la victoria, como ella misma dice. Ha sido una vez bronce mundial, dos veces bronce europeo, bronce también en la Final Grand Prix... y ahora, plata olímpica. Trusova, más calmada, acabó saliendo al podio con un rostro serio en una noche que, pese al doblete, se recordará como dramática para el patinaje ruso.