Rusia da un golpe de Estado
Los esquiadores de fondo del Comité Ruso dominan el relevo 4x10 km y derrotan a Noruega, plata, que no perdía una carrera desde los Juegos de Sochi en 2014.
El osito Misha, mascota de Moscú 1980, estaba esperando animar a los deportistas locales cuando unos meses antes un potente cuarteto de esquiadores de fondo daba el oro en el relevo 4x10 km a la Unión Soviética en Lake Placid (EE UU) en los Juegos de Invierno. 42 años después, un potentísimo cuarteto, ahora perteneciente al Comité Olímpico ruso, ha vuelto a hacer historia llevándose la gloria olímpica en la misma prueba, una competición que tenía a Noruega como favorito rotundo en la previa.
Alexey Chervotkin era el elegido para la primera posta y el cohete de Óblast de Kírov (26 años) puso un ritmo infernal desde la salida. Nadie podía seguir su marcha y cumplió sus diez kilómetros en 30:14 con una sólida ventaja de 23.5 sobre Alemania y 24.1 respecto a Italia. Noruega, que no perdía en esta disciplina desde que Suecia les arrebatara el oro en Sochi 2014, iba en la cuarta plaza con 34.4 de desventaja. Un mundo para el ganador de cinco oros consecutivos entre Mundial y Juegos.
Sin embargo, ese no era el mayor problema. El segundo ruso era Alexandr Alexándrovich Bolshunov, oro en esquiatlón y plata en los 15 km estilo clásico en Pekín, que encendió el motor y lo puso a las máximas revoluciones para dar el testigo al dúo de esquí de patinaje con una ventaja alucinante: 59.5. "Spasiva tovarich', le parecía decir Denis Spitsov al fenómeno Bolshunov, que hizo 29:32. La plata en esquiatlón tomaba el relevo y su trabajo era controlar la renta y dejar al último relevista, Sergey Ustiugov, un trabajo más sencillo para cerrar el oro olímpico.
La nieve, el frío y el viento arreciaba y Spitsov hacía 27:23 y perdía 15.1 segundos de su ventaja respecto a sus tres rivales: Noruega, Suecia y Francia. El veloz esquiador de Mezhdurechenskii, siete medallas en campeonatos del mundo, comenzaba finalmente la última posta con 44.9 de renta. Debía apretar y más teniendo en cuenta que el rival vikingo noruego era el torpedo Johannes Klaebo, oro en esprint y bronce en 15 kilómetros.
Ustiugov no quería dar margen a la duda y salió como un absoluto cañón metiendo 14 segundos en un kilómetro. Doblaba y ganaba vuelta al esquiador estonio pasándole como si fuera en una moto de nieve. Espectacular desempeño del díscolo ruso que fue controlando, y después aumentando, la renta respecto a Klaebo y el francés Manificat, y viendo como su poblada barba iba cambiando de color para terminar siendo tan blanca como la de Santa Claus. Y, de paso, emulaba su trabajo navideño y trajo un reluciente oro para su país, con 1h 54.50 (27:41 para él) rompiendo la historia y dando un golpe de estado en una prueba que Noruega, plata finalmente a 1:07, dominaba hasta ahora como Thor con su martillo. El bronce fue para Francia.