JUEGOS OLÍMPICOS | BALONMANO

Entrerríos: "Noto sinceramente que es el momento de irme"

Raúl Entrerríos, emocionado en el adiós. "Me voy feliz. Es difícil imaginar un final mejor. He tenido el priviliegio de estar con gente que son ya amigos para siempre".

Jesús Rubio

Raúl Entrerríos atendió a la prensa española con emoción contenida. Su imagen era la de alguien que sabe que el trabajo ha estado bien hecho. Y que descansa. Semanas y meses de emociones contenidas que acabaron con un final feliz. En el Yoyogi, Raúl Entrerríos confirmó que dices adiós. "Sinceramente, noto que es el momento de irme".

-¿Qué siente?

-Es un orgullo haber formado parte de este grupo. Me voy feliz porque he tenido el privilegio de estar rodeado de grandes personas, de amigos que ya lo son para siempre. Es un final que es difícil imaginar mejor.

Hasta hecho el último gol. De lo más simbólico.

Eso queda un poco al margen. Ver como en esos útimos segundos el trabajo estaba hecho, ha sido liberador, una explosión de felicidad. Veníamos buscando un éxito a Tokio. Ha sido complicado levantarse de la derrota de la semifinal pero si alguien podía hacerlo éramos nosotros. Y hemos competido hasta el final

¿Qué se siente dejando huella?

Yo siempre he tratado de ser un jugador trabajador, honrado, con todo lo que hacía. En todos los partidos y los entrenamientos. Siempre he intentado dejar mi compromiso, mi orgullo y mis ganas de ayudar. He estado en grupos extraordinarios. Y lo que hemos vivido aquí, en esta Selección este último ciclo, es inolvidable. Dejamos amigos para siempre.

¿A qué sabe la medalla?

Es único, histórico, Todos sabemos lo complicado que es estar aquí. Poder poner nuestro nombre entre los medallistas olímpicos es algo que poca gente puede decir. Y eso he intentado siempre. Dejar la Selección lo más arriba posible.

¿Qué pasa por su cabeza ahora?

Han sido días emocionalmente complicados, porque es inevitable pensar que es el final de la carrera de uno. Pero había que centrarse en el partido, porque para eso estamos, para jugar y sentirnos privilegiados por estar aquí. Ahora, este ciclo se ha cerrado. Me voy tranquilo por el esfuerzo y feliz por la medalla que sabe a gloria

¿Qué le viene a su cabeza ahora de estos viente años de balonmano?

Personalmente me acuerdo de todo, desde el principio, cuando mis padres nos llevaban a hacer deporte a mi hermano, a mi hermano y a mí. De los momentos complicados, que tienes que tragarte y de lo que te tienes que reponer. Y de mi familia, que ha estado siempre junto a mí y espero llevarles una medalla.

¿Y ahora qué?

Mi ojetivo es saborear la medalla, celebrarla al máximo y ponerme a trabajar. Pero siempre en algo relacionado con el balonmano. Creo que en ese campo puedo aportar.

¿Da miedo el vacío de dejar la cancha?

No. Noto sinceramente que es el momento. Siempre he sido una persona que ha tenido las cosas claras. Me he preparado a todos los niveles este año, gracias también a gente que me ha dado la opción. He vivido un ño extraordinario y poco más se puede vivir.

¿Ha notado algo especial al pisar la cancha?

Es inevitable saber que era mi último partido. Antes de slir de la Villa, sabes que es el punto final. Pero sabes que hay un partido por el bronce, y había que estar en el partido, no en otro sitio.