JUEGOS OLÍMPICOS | ATLETISMO
Martín y García Carrera lo rozan en marcha: lección de pundonor
Álvaro Martín fue cuarto y Diego García Carrera, sexto, en los 20 kilómetros marcha olímpicos en Sapporo. Ganó el italiano Stano, con 1h21:05.
Un chico bromista, de 25 años, experto en economía, que toca el trombón y forma parte de una banda de jazz. Madrileño de Arturo Soria. Es Diego García Carrera y fue sexto (1h21:57) en los Juegos Olímpicos, en los 20 kilómetros marcha que se disputaron en Sapporo para eludir el calor tokiota. Álvaro Martín es extremeño, de Llerena, tiene 27 años, interesado en la política y defensor de causas en las que cree. Es cuarto olímpico (1h21:46). García y Martín, ambos con diploma, dan fe del nivel de la marcha española, aunque no hubiera medalla. Dos diplomas en la victoria del italiano Massimo Stano (1h21:05).
Comenzó la carrera de 20 kilómetros en el parque Odori de Sapporo, con un ataque del chino Wang, acompañado del indio Khumar. En otro contexto, ese demarraje podría ser importante, pero no lo fue. Diego, con cara de travieso y luchador, iba casi descolgado, pero en el grupo. Se puede creer que va al límite, pero los que conocen su capacidad de sufrimiento saben que es un pozo sin fondo de dolor. Que aguanta toda la fatiga y que en momentos determinados se recupera. Martín también iba en el grupo perseguidor, más compuesto. El chino Wang fue cazado en el 12. Comenzaba una prueba nueva, aunque con los cuerpos tostados por la humedad y el calor.
En el grupo iban los japoneses Yamanishi e Ikeda, el italiano Stano, el ruso Mizinov, los chinos Wang y Zhang y los dos españoles, Diego y Álvaro. Primer cayó el ruso, con una penalización de dos minutos. Después los chinos daban señas de debilidad, no tan atómicos como en otras ocasiones…
Fueron los nipones, expoliados por jugar en casa, los que lanzaron el ataque, sobre todo Yamanishi. Y la verdad… es que se fueron con Stano. Álvaro y Diego aguantaban el tipo por detrás y ya no les darían caza. García Carrera entró sexto, porque se le coló el alemán Linke (1h21:50), Martín entraba cuarto (1h21:46). Ninguno de los tres primeros falló. Yamanishi, bronce (1h21:28), Ikeda, plata (1h21:14) y Stano, oro (1h21:05). El de la Puglia, al sur de Italia, esperó en meta con una educada reverencia a los dos marchadores nipones.
"Estoy triste, por el bajón de no haber conseguido medalla", decía García Carrera: "Fue una carrera muy dura, que la preparamos a conciencia, pero los japoneses estaban más preparados que yo. Las dos veces que había competido en estas condiciones fueron un desastre, lo bueno es que al menos estuvimos en carrera tanto Álvaro como yo. Era una oportunidad única".
Martín aseguraba que el cuarto puesto era una "medalla de chocolate muy amargo": "Traté luchar todo lo posible, pero al final es cuarto. Chapó por los tres primeros, pero nos quedamos con la rabia de no haber subido al podio. Para la siguiente, a ver donde podemos mejorar, porque los japoneses no son tan invencibles".
Pese a que no subieran al podio, este cuarto y sexto puesto es un subidón de moral para una marcha española herida tras el batacazo de los Mundiales de Doha. Un golpe que no fue real, porque en 2018 Álvaro Martín había sido campeón europeo y Diego García, plata. Ahora son diploma olímpico, no tienen podio, pero sí la sensación de formar parte del grupo de los mejores marchadores del planeta. Y eso ya es bastante bueno. Miguel Ángel López, campeón mundial en 2015, terminó en el puesto 31 (1h27:12).
Toda las pruebas de marcha se disputan en Sapporo, a casi 1.000 kilómetros de Tokio, para huir del calor y la humedad de la capital japonesa. En el parque Odori de Sapporo no se vieron registros estratosféricos, pero tampoco escenas dramáticas. Se vio marcha de verdad, y ahí estuvieron Diego García Carrera y Álvaro Martín.