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JUEGOS OLÍMPICOS | WATERPOLO

Pili Peña, alma de las ‘guerreras’

La Selección femenina se mide este jueves (12:50) a Hungría en una semifinal equilibrada en busca de su segundo final olímpico después de la de Londres 2012.

Pili Peña.
ATTILA KISBENEDEK

María del Pilar Peña Carrasco. 35 años. La capitana. Lleva desde 2005 en la Selección. 16 años en los que ha sido testigo de la evolución de un especialidad que ha pasado de ser residual a llevar la bandera del deporte femenino en España. Y que este jueves, como en Londres 2012, perseguirá meterse en una final ante Hungría, ese rival al que España ya apeó de aquellos Juegos o del Mundial de Barcelona de 2013. El Centro Acuático de Tatsumi vivirá un duelo tan equilibrado como de alto voltaje a las 12:50.

“Este torneo nos recuerda al de Londres. Tenemos la misma ilusión y las mismas ganas. Somos una piña, nos ayudamos, nos conocemos desde hace mucho tiempo y todo esto hace que estos momentos sean mágicos”, explica Pili desde el otro lado del teléfono después de una previa en la que el equipo ha entrenado, ha paseado, ha hecho una sesión de vídeo y se ha reunido en una habitación a seguir los Juegos. “No hemos sacado ni las cartas, estamos enganchadas al deporte”, resume.

Hungría ha sido capaz de lo mejor y de lo peor en Tokio. Ganó a Estados Unidos (10-9) y a Países Bajos (14-11), pero por contra perdió ante China (11-9). Para Peña, ese encuentro fue el típico accidente. “Siempre tienes un partido extraño en los Juegos. Están muy fuertes, ya lo demostraron en la Liga Mundial. Juegan muy ordenadas, pero intentaremos contrarresarlos. Si lo hacemos, podemos ganar a cualquiera”, comenta, mientras no quiere hablar aún de una posible final con Estados Unidos. “Primero, Hungría. Creo que hay mucha igualdad entre los que competiremos en semifinales. Puede pasar de todo”, advierte.

Miki y las chicas.
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Miki y las chicas.KACPER PEMPEL

Del COVID a su futuro

Después de que la pandemia afectara a un deporte como el waterpolo, que le impidió entrenarse en la piscina debido a las restricciones, las guerreras se entrenaban sin meta. “Nos enfocamos en la técnica individual, porque no teníamos objetivos. Así fue difícil”, relata la de Alcorcón, quien destaca los dos meses a tope que lleva el equipo. “No hemos parado, ha sido duro, pero llegamos muy bien preparadas”, comenta.

Peña es una de las jugadoras más veteranas del circuito. Pero ella no quiere pensar aún en despedidas ni ponerle lágrimas a la competición. “Voy año a año. Este deporte es mi vida y quiero seguir siendo eficiente”, explica. Peña vivió una experiencia vital en 2019 cuando decidió, después de la plata en el Mundial de Gwangju, viajar sola a la India. En concreto, a la localidad de Rishikesh, donde entre otras cosas cursó yoga, una especialidad que pone en práctica en el deporte tanto a “nivel físico como mental”.

Hay pocas deportistas como Peña, con una carrera en la elite de 16 años y una ristra de títulos sin parangón. Y ahora quiere añadir una nueva medalla. Especial, tanto o más como aquella de Londres 2012, donde empezó todo.