Dos cuartos sublimes bastan para ser primeras de grupo
La Selección femenina de waterpolo goleó Australia con un parcial de 9-3 tras el descanso y a priori se mediría con China en los cuartos de final.
Después del 6-6 al descanso, España puso en marcha la locomotora y en diez minutos sublimes sentenció el partido ante Australia. Oficio de las de Miki Oca, que cierran la fase de grupos con tres victorias y una derrota ante Países Bajos en un partido que perdió a falta de 25 segundos cuando pudo ganar o, al menos, lo justo, empatar. La primera plaza está ya asegurada. Ser primeras equivale a jugar ante China. Un rival más asequible.
La igualdad imperó desde el pitido inicial. La Selección española apostó por las posesiones largas, moviendo el balón de un lado al otro hasta encontrar la exclusión o un tiro favorable de sus mejores lanzadoras. Reservada en algunos momentos de los anteriores partidos, Maica García tuvo un papel determinante en ambas misiones. En el primer parcial, España encontró un agujero en la defensa izquierda aussie. Pili Peña, Judit Forca y Bea Ortiz anotaron los goles en el 3-3 inicial desde una posición prácticamente idéntica.
Las guerreras cambiaron la estrategia y buscaron más a sus boyas. Pero Australia siguió resistiendo porque es capaz de aguantar el ritmo de partido y porque dispone de temidas lanzadoras, como Kearns o Webster, autoras de dos tantos. Leitón se estrenó y Maica perforó el centro de la boya con dos grandes movimientos que acabaron en gol. España había encontrado un nuevo camino que explotaría después (6-6).
El torbellino español, imparable
España debía mejorar en defensa y acertar en las superioridades. En los dos primeros cuartos solo logró anotar un tanto con una jugadora de más, por tres de las aussies. Se emplearon a fondo las de Miki Oca, que anotaron cinco tantos en ocho minutos, por solo uno de Australia. Un arreón les daba el liderato nuevamente. Leitón, Bea Ortiz (2) y un preciso lanzamiento a la escuadra de Anni Espar decantaron el cuarto. Esta España recordó a la de los grandes momentos y las espléndidas medallas.
Lejos de relajarse con 11-7, entraron en acción de nuevo las lanzadoras. España pasó de un 25% de acierto en las superioridades a un 70%. Judit Forca marcó dos goles más y otro Bea Ortiz, y España acabó sonriendo después del malhumor de perder ante Holanda y poner en riesgo esa primera plaza que no está aún asegurada. Pese a ello, las sensaciones del as guerreras son esperanzadoras. Como en Londres 2012.