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TOKIO 2020

Zambrano y el consejo para la final: "Que sea el mismo loco de siempre"

Juan Carlos Cervantes, uno de los primeros entrenadores de Anthony, recordó sus inicios y le dio un mensaje previo a la final de 400 metros.

Actualizado a
Así fueron los inicios de Anthony Zambrano, atleta colombiano que estará en la final de 400 metros. Juan Carlos Cervantes recordó cómo fue su formación
JAVIER SORIANOAFP

Rebelde, loco, extremo, corredor de calle y con un talento natural. Barranquilla fue la ciudad que vio los primeros pasos de Anthony Zambrano, finalista en los 400 metros de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. En sus inicios tuvo que luchar entre el estudio y la pista, lugar donde siempre prefirió estar. 

Juan Carlos Cervantes, formador y uno de los primeros entrenadores de Zambrano, recordó en AS la inicios del corredor de 24 años de edad. No fue fácil por su rebeldía, pero el tiempo lo llevó a madurar y a centrarse en uno de sus principales sueños que era estar y pelar en unos Juegos Olímpicos, pues "no le gustaba perder nunca", indicó el entrenador.

Travieso y motivado por sus primeros pasos en el atletismo 

El colegio siempre fue la prueba más difícil para Zambrano. El deporte siempre mandó en su corazón, pero eso hacía que la concentración y disciplina que necesita un deportista no estuviera al 100. "De él se recuerda que era un joven muy travieso, hacía lo que quería, no le gustaba mucho el estudio, se la pasaba mucho en la calle. Su mamá era la que lo llevaba al estadio a entrenar. El profesor Willy Castro me lo llevó a la Universidad del Atlántico y lo puso en mis manos. Me dijo que tenía condiciones para correr y saltar. Empezamos a trabajar con él, hubo momentos difíciles en cuanto a la concentración del muchacho, en el colegio no le iba muy bien, tenía problemas de disciplina donde estudiaba".

Zambrano se motivó la primera vez que le dijeron que estaría en un evento de atletismo, ahí fue cuando empezó a mejorar un poco en el colegio. "Se le trató de poner disciplina para que estuviera más concentrado en el colegio y se empezó a motivar con la ciudad deportiva y con la asistencia a algunos eventos, donde no figuraba como tal, pero siempre estaba dentro de los tres primeros. Nos dimos cuenta que era un joven muy obstinado, que no le gustaba perder y eso lo aprovechó muy bien en beneficio de la competencia. Sin embargo, siempre trataba de escaparse de la concentración, hacía locuras porque le gustaba mucho el deporte extremo, pero llegó un momento en el que empezó a ubicarse, en un evento en Turbo, lo vio Talento Atlético Colombiano. Él quedó calificado para iniciar proceso de Selección Colombia", recordó Cervantes. 

Luchar en el colegio y luego en salto triple y 400 metros

Para que lo dejaran ir a un evento, el entrenador Juan Carlos Cervantes se tuvo que comprometer a que Anthony iba a mejorar en el colegio. Zambrano cumplió y empezó a brillar en 400 metros. "Cuando integró su primera Selección Colombia tuvimos que ir al colegio para que le dieran permiso de entrenar, pero encontró la negativa de todos los profesores. La directora me dijo: 'Él perdió el año, aquí no puede estudiar y no le vamos a dar permiso'. Yo me comprometí para que el muchacho se concentrara en el estudio. Anthony empezó a rendir y logró clasificarse a un mundial sub 18, también empezó a mostrar condiciones en los 400 metros. Él hizo al principio salto triple, se le explicó todo sobre la prueba y eso le ha dado muchas ventajas en los 400 metros. El remate que tiene él lo tenía desde siempre, lo que pasa es que ahora está más maduro y lo está aplicando de mejor manera. Eso le ha permitido que dosifique su esfuerzo y en los 200 metros explote".

El sueño de estar en los Juegos Olímpicos

"Recuerdo de Zambrano que siempre decía que no quería ser último, cuando perdía carreras se retiraba unos días de la pista. Cuando volvía le decía: '¿Quiere ganar? ¿Quiere estar en unos Olímpicos? hay que correr, hay que trabajar, usted tiene que estar allá'. A él se le vendió la idea y la maduró con los años".

Verlo volar en los 400 metros

Los problemas hicieron que Cervantes y Zambrano se tuvieran que separar, pero para el entrenador siempre va a ser su hijo y un motivo de felicidad. "Para mi es un orgullo verlo con ese nivel. Fui como la madre de él, desafortunadamente tuvimos unos inconvenientes que llevaron a separarnos, pero donde esté siempre voy a decir que es un hijo mío. Se hizo un gran trabajo de base con él que le permite tener buenos resultados, no todo el mundo llega hasta allá. En la última prueba corrió 43.93, es una marca que es de mucha consideración porque en este momento es el mejor de Sudamérica y esta entre los mejores del mundo. Es muy importante reconocer de donde vino, cómo se formó y hacía donde va".

Mensaje para la final de 400 metros

"Le digo que sea el mismo loco de siempre, esa prueba no es para gente sofisticada es para personas que son locas, así defino yo los 400 metros. Esa prueba es para personas muy tranquilas o muy locas como él. Anthony es un tipo muy atrevido y eso no lo tiene que dejar. En esa final tiene que buscar su niñez, su adolescencia, hacerle como cuando jugaba en la calle. La acumulación de todo eso más el entrenamiento que ha tenido puede convertirse en un momento dorado para él. Va a disputar una final olímpica que soñaba siempre. En Colombia podemos decir que tenemos un gran velocista y esperamos que salgan más dentro de unos años".

Nuevas generaciones inspiradas en Zambrano

"Como entrenador nunca me reconocen, lo único que obtengo son problemas. Pero si los muchachos miran a Zambrano en la parte deportiva pueden inspirarse y decir si él pudo yo también puedo. Las instituciones tienen que cooperar, pero aquí solo esperan a que haya algo, pero deben apostar desde el inicio. Hacer una gran inversión, Usaint Bolt salió de un experimento científico que se empezó a dar desde muy niño".