JUEGOS OLÍMPICOS | PIRAGÜISMO

La doble misión en Tokio del soldado Arévalo

El piragüista, militar profesional, aspira a medalla en el explosivo K1 200, en el que también estará Saúl Craviotto, y en el K4 500.

Tokio

Carlos Arévalo y Saúl Craviotto inician en la madrugada del martes al miércoles (02:30) las series del K1 200. Con el K4 500 clasificado, donde el oro es su objetivo junto a Marcus Cooper y Rodrigo Germade, la reglamentación les permitía doblar y los dos se decidieron a hacerlo.

Arévalo (Betanzos, 27 años) fue más rápido que Craviotto (plata en Londres 2012 y bronce en Río 2016 en la distancia) en el selectivo nacional y según el abanderado. "el que está como un rayo  es Carlos". Ahora compañeros, precisamente fue Saúl quien le 'quitó' la plaza para Río. El gallego, bronce en el Mundial Sub-23 en 2016, aspiraba a ir a Tokio con Cristian Toro, con quien había paleado desde 2011 en K1 200, pero el catalán se ganó la plaza. A la postre, sería campeón olímpico con Toro.

"Fue un golpe muy duro, pero me sirvió para encauzar mi vida. Me hice soltado profesional y el Ejército me ha ayudado mucho este ciclo para poder entrenar, sirvió de empuje", cuenta Arévalo, destacado en el Regimiento Príncipe en Cabo Noval (Asturias), cerca del embalse de Trasona donde se entrena. Durante la pandemia, fue de los deportistas que estuvieron también en primera línea, ayudando en labores de logística y desinfecciones. 

En la última Copa del Mundo de Szeged, en mayo, el K4 500 logró por fin ganar a Alemania, y Arévalo y Craviotto fueron quinto y sexto en K1, respectivamente. "Es una incógnita saber cómo rendiremos, porque todo se ha enfocado al K4. Pero son poco más de 30 segundos y entre la plata y el séptimo puesto puede haber medio", avisa.

El equipo ha estado preparándose en Kyotango, una localidad cercana a Tokio. También en agua salada, como la que se van a encontrar en el canal y que aporta más flotabilidad. "!Tengo ganas ya de desatarme! Y de hacer el Camino de Santiago con mi novia cuando acabe. Se lo prometí. Y andando, que soy de infantería", bromea el soldado Arévalo antes de su doble misión. La de una doble medalla.