JUEGOS OLÍMPICOS | ATLETISMO
Echevarría llora en el foso: "Me duele el alma, la vida..."
El cubano Juan Miguel Echevarría, de 22 años, era el gran favorito en longitud, pero fue plata con 8,41 tras una lesión de isquiotibiales. Tentoglou le arrebató el oro en el último salto.
Juan Miguel Echevarría hizo en la calificación olímpica de longitud un solo salto. 8,50 y se fue. Era el favorito innegociable de la final de este lunes. Con ese 8,50 habría sido oro indiscutible. Sin embargo, el joven cubano, de 22 años, acabó arrodillado ante la tabla de batir del National Stadium de Tokio. Cuando trataba de ejecutar el último intento, entre lágrimas. No podía brincar. Su isquiotibial había hecho ‘chas’ tras una tercera tentativa digna, 8,41, que le dejaba líder del concurso, pero indefenso ante los ataques. El del griego Tentoglou, 8,41 a la última, le arrebató el oro olímpico.
“La sensación de ver cómo tus rivales atacan y no puedes hacer nada es horrible, esto no se lo deseo a nadie. Es una situación muy incómoda, te pone en un estado de nervios que no sabes qué hacer, no hay capacidad para reaccionar, porque sabes que no puedes resolver el problema. Es tan difícil ver que pierdes una medalla de oro con un salto igual que el tuyo”, decía el cubano. Porque Tentoglou y él hicieron la misma marca, 8,41, pero el heleno tenía un segundo intento de 8,15 que le dio el oro. Juanmi tenía 8,09 como salto secundario.
Echevarría asegura que su brinco de 8,41 no es en el que más se esforzó. “No quería hacer fault”. Pero lo dejó fuera de combate para todo el concurso, la vieja lesión en la parte trasera de la pierna se magnificaba. “Me duele la vida, el alma, me duele la pierna, me duele todo. Lo soñé tanto. Vi a Cuba en lo más alto del podio,un oro y una plata olímpica. Eso iba a ser algo histórico para nuestra isla,. Trato de contenerme pero no puedo aguantarme las lágrimas y son de dolor, y no de alegría”, explicaba Echevarría, nacido en Camagüey, que veía como su amigo Massó, bronce con 8,21, también se hizo daño tras el segundo salto.
"Somos amigos desde hace más de seis años, al menos estaremos juntos en el podio, vendrán cosas mejores bajo las órdenes del profesor Osorio", explicaba Massó, contento de sacar medalla pese a su lesión. Su extraña carrera le jugó una mala pasada. Lesiones, como la que arrastraba su colega Juan Miguel, el saltador del futuro, porque cumple los parámetros de longitud y potencia que requieren los expertos.
A los 22 años, Echevarría es el elegido en el mundo para volar en longitud. Tiene como mejor marca oficial 8,68, pero tiene saltos ventosos larguísimos, como aquel que hizo en Estocolmo en 2018. Se fue a 8,83, con +2.1 de viento y casi se sale del foso. En La Habana voló hasta 8,92 con +3.3 ventosos. Los expertos dicen que es el atleta que puede romper la inédita barrera de los nueve metros.
"Vi cojear a Juan Miguel y dije: ¿qué ha pasado?"
“Cuando lo vi cojear, me dije: ¿qué ha pasado? Es una faena su lesión Juan Miguel no tiene límites. Se recuperará seguro y hará grandes cosas”, explicaba Eusebio Cáceres, testigo de primera mano y cuarto en esa final, en la que Juan Miguel Echevarría acabó cojeando, consolado por Iván Pedroso, el otro gran saltador cubano, y por Teddy Tamgho, un triplista de más de 18 metros.
“Llegó un momento en el que no pude, de verdad que no pude. Espero que lo entiendan…”, decía Juan Miguel, habitual de Guadalajara y Madrid, ante la prensa española y cubana. Se dejó una medalla de oro y “el alma, la vida…”. Lágrimas en el foso para Juan Miguel Echevarría, el elegido para la gloria, del que hablan Mike Powell, Iván Pedroso, Bob Beamon...