La importancia de Rigoberto Urán
Dos diplomas olímpicos no se pueden dejar pasar como si nada y menos, en un ciclista como el del EF-Nippo que sorprende y estimula con nivel y compromiso.
Rigoberto Urán llegó a la prueba de contrarreloj de los Juegos Olímpicos Tokio 2020 por descarte. Daniel Felipe Martínez, el ciclista inscrito para la prueba no pudo viajar por dar positivo para Covid-19 y el técnico del equipo nacional decidió no convocar a nadie más sino poner al veterano corredor en su lugar.
El entrenador Carlos Mario Jaramillo no se ha destacado nunca por ser un buen estratega y tampoco seleccionador, sin embargo, si es que él tomó la decisión, esta vez no se equivocó. El nivel con el que Urán terminó el Tour de Francia no fue bueno, en las etapas 18 y 19, el corredor del EF – Nippo se fundió y salió del podio que había mantenido en casi todo el recorrido. Por eso el que mejor llegaba a las justas era Sergio Higuita.
Sin embargo, en la prueba de ruta, ganada por el ecuatoriano Richard Carapaz, Nairo, Chaves e Higuita se rindieron ante Rigo. Siempre es difícil escoger el capo en una competencia como estas cuando todos creen que lo merecen, pero esta vez el ciclista de Urrao tuvo ese privilegio al mostrar nivel y superioridad ante sus compañeros de equipo. No defraudó.
El colombiano no solo terminó en el octavo lugar y ganó un diploma olímpico. Se quedó en el grupo principal junto a estos ciclistas, Tadej Pogacar, Primoz Roglic, Bauke Mollema, Michael Woods, Adam Yates, Maximilian Schachmann. Los mejores hombres del pelotón mundial que, a su vez, han mostrado respeto por la trayectoria de Rigo. Esto hace más grande su logro.
La consagración de Rigo en la CRI
Llegó entonces la contrarreloj a la que asistió sin estar convocado y como recurso de última hora. Pero bien es sabido que antes de la aparición de Daniel Martínez fue Rigoberto el que nos devolvió la esperanza de las victorias en crono. Este año había dado una demostración en el Tour de Suiza a la que él mismo no le dio mucha importancia, pero en silencio siguió trabajando para llegar en buena condición al Tour de Francia y creyó que podía poner el pecho para ir en vez del ciclista del Ineos en Tokio.
Y el resto es historia. Rigoberto Urán volvió a meterse en el top 10 de los Juegos, se ubicó en el octavo lugar consiguiendo un diploma olímpico más. Incluso llegó a estar en el primer lugar en un momento de la competencia con Remco Evenepoel a un lado y su amigo Alberto Bettiol en el otro. El que diga que no se emociona con esto…
Después Roglic se coronó campeón, Dumoulin fue segundo y Rohan Dennis, tercero. Pero Rigo venció a estos nombres: Evenepoel, Thomas, Bettiol, Bevin, Schachmann, Cavagna, Foss, McNulty y Porte. Además, asumió con grandeza un recorrido largo de crono de 44.2 kilómetros que no es el fuerte de los colombianos. Esto hace más grande su logro.
Después de la competencia, Urán bromeó, "me gradué a los 34 años", dijo. Lo cierto es que Rigo es el mejor colombiano en este tipo de pruebas, el mejor en Juegos Olímpicos y sumó a la medalla de plata que ganó en Londres 2012 estos dos diplomas olímpicos históricos y estimulantes para el ciclismo colombiano.
Rigoberto, el único
La participación de Rigoberto Urán en los Olímpicos dejó varias lecciones. Tras el accidente que sufrió en la Vuelta a España 2021 en el que casi pierde la vida, finalmente decidió seguir compitiendo y hoy Colombia lo celebra. La palabra rendirse no existe para él, lo que sufrió en el Tour cuando con profunda tristeza lamentó haber perdido el podio, lo cosecha ahora con un nivel superlativo y dos logros olímpicos. La autenticidad y honestidad no solo son parte de su personalidad, también de su forma de competir, de su trabajo.
Rigo tiene 34 años, de forma increíble y como es usual en Colombia, se pedía su retiro, como se pide ahora el de Nairo, pero parece que con la edad, Rigo pedalea mejor. Ojalá ese triunfo grande con el que siempre ha soñado llegue muy pronto.