Xavi no va de farol

El 27 de enero de 2024 será recordado en los anales del club por el anuncio de Xavi Hernández de su renuncia al año de contrato que le restaba, tras perder el equipo estrepitosamente en casa ante el Villarreal (3-5). Un anuncio que vino con la coletilla final de la absoluta convicción por parte del técnico que, a partir de ese instante, el equipo iba a reaccionar. Más de uno dio por finiquitado el proyecto de Xavi, incrédulo que la plantilla pudiera levantar la losa de mal juego y malos resultados, con el equipo a once puntos del líder, en aquel entonces el Girona, y con los octavos de final de la Champions contra el Nápoles a la vuelta de la esquina.

Pues bien, dos meses y medio después, y tras disputar doce partidos, la reacción no sólo ha sido un hecho, sino que va camino de dinamitar las expectativas de la temporada. En esa docena de encuentros, el Barcelona de Xavi ha sido capaz de recortar la friolera de trece puntos al Girona, situándose segundo en la tabla, con sólo el Real Madrid, actual líder, soportando el tirón de los blaugrana. Y es que el Barcelona ha sumado 23 de 27 puntos posibles, dos más que el Real Madrid, que en estos últimos nueve encuentros ha sumado 21 puntos.

Esta reacción evidente en LaLiga también se ha trasladado en la Champions, con la eliminación del Nápoles en los octavos -ida (1-1) y vuelta (3-1)- y ante el PSG en los cuartos, al contabilizar un nuevo triunfo (2-3).

En total, nueve victorias y tres empates, que han servido para alimentar las esperanzas y las ilusiones de una afición huérfana de éxitos esta temporada. Pese a todo, esta racha no es la mejor de Xavi, ni tan siquiera esta temporada, donde fue capaz de encadenar trece partidos sin perder -diez victorias y tres empates- a principios de curso. Y es que el actual técnico blaugrana atesora una racha de 18 partidos invicto, con un balance de quince triunfos y tres empates, que rubricó el curso pasado.

Para alcanzar este récord, Xavi tendrá que superar al Cádiz este sábado -donde por cierto no se sentará en el banquillo, siendo elevado por su hermano Óscar, al cumplir su segundo partido de sanción-, pero sobre todo al PSG en Montjuïc y al Real Madrid en el Bernabéu. Si lo consigue, aún tendrá por delante los partidos contra el Valencia, la ida de semifinales de Champions ante el Borussia o el Atlético, y la visita a Montilivi. Sin duda, un reto mayúsculo para un equipo que a principios de este año parecía desahuciado a todos los efectos.

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