Valverde, sin nadie de la defensa de gala del año pasado

De Marcos, siempre él, era el único superviviente de una defensa de gala que pronunciaba de carrerilla San Mamés el año pasado: Demar, Yeray, Iñigo Martínez y Yuri. Pero uno a uno han ido cayendo y ayer en El Sadar acabaron el partido Prados, debutante como león, en la derecha, Vivian y Paredes de centrales y Lekue, que empezó a la izquierda, pasó a la zona del ‘2′ y acabó en el flanco zurdo como recambio de García de Albéniz. Ser polivalente es lo que tiene, que el deustuarra lo mismo vale para un roto y para un descosido.

Valverde ha tenido que ir recomponiendo una zaga que funcionaba como un reloj. Un bloque de cuatro que, con la guinda de Simón, destacó el año pasado y llevó al equipo a zona Champions en la primera parte del campeonato. Yuri cayó lesionado por una dura entrada de Carvajal en el final de la campaña pasada. Una lesión en el peroné del que se está recuperando y es posible que vuelva a una convocatoria la semana próxima. Iñigo Martínez ya se sabe que tenía marcado en su plan de futuro marcharse al Barcelona. Y Yeray sufre una lesión en el aductor derecho, de la que no acaba de recuperarse. De Marcos pisó mal y se lesionó ante Osasuna. Al principio pudo seguir, pero tuvo que ser sustituido a los 34 minutos. Sufre una entorsis en el tobillo izquierdo, el que se lesionó hace tres años y que le obligó a ser operado. Entró Lekue en su lugar para empezar a poner remedios a los problemas. Vivian y Paredes se mantuvieron de centrales los 90 minutos.

Para la próxima jornada ante el Betis los que más factible tienen regresar son Dani García y Yuri. García de Albéniz estuvo ayer sólido y ofrece garantías por el costado izquierdo, mientras que Lekue es el llamado a la banda derecha si Óscar no está en condiciones. Prados es una solución de emergencia. Sancet, expulsado por doble amonestación en El Sadar, recibirá sanción y Nolaskoain arrastra un esguince en el ligamento lateral externo de la rodilla derecha. Valverde, con su primera victoria frente a Arrasate ayer, es el cuarto entrenador que supera los 800 puntos en Primera. Tiene uno más y está por detrás de Luis Aragonés (973), Simeone (909) e Irureta (871).