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SEVILLA

Un entrenamiento, dos retoques y tres puntos

El Sevilla gana un partido tres meses después gracias a la varita mágica de Quique Sánchez Flores, que hizo lo más difícil en el fútbol: ser coherente.

Actualizado a
Los jugadores del Sevilla celebran el triunfo con la afición.
Miguel Ángel MolinaEFE

Casi tres meses después, el Sevilla volvió a cantar victoria en la Liga. Lo hizo en Granada y de la mano del libreto de Quique Sánchez Flores, un entrenador al que sólo le hicieron falta un entrenamiento y dos retoques para que su equipo sumara tres puntos. Algo que consiguió tirando de una las cosas más complicadas de encontrar en el mundo del fútbol: la coherencia.

24 horas después de ponerle cara a sus nuevos jugadores y de someterse, con un aplomo envidiable, a las cuestiones de la Prensa en su presentación, el Sevilla ya ganaba 0-2 en Granada. Respecto al once que fue humillado por el Getafe en el Sánchez-Pizjuán, sólo hubo dos cambios. Y obligados. El sancionado Rakitic y el lesionado Sow dejaban paso a Óliver y Suso. Curiosamente, los dos jugadores a los que más destacó Quique tras el partido.

El dibujo varió levemente, pareciendo jugar con dos puntas gran parte del encuentro, pero los tres centrales se mantuvieron. Lo que sí cambió fue el ideario. Lo primero, la portería a cero. Complicaciones, las precisas. Y en ataque, a finalizar todas las jugadas como fuera. Así se sacó un golazo de la chistera Ocampos y casi Pedrosa, que se encontró con el larguero.

Ahora, la afición respira aunque sigue mirando de reojo los puestos de descenso. Ha sido mucho tiempo perdido con Diego Alonso, pero Quique parece estar a tiempo de recuperar algo del mismo. El Sevilla puso fin a una racha de no conseguir victorias desde que la que lo llevó a Segunda en el 2000. Con un entrenamiento y dos retoques.

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