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SEVILLA

Todo el mundo juega con las prisas del Sevilla

Rayados con Tecatito, el Feyenoord con Idrissi, el Basaksehir con Januzaj... Los interesados en los descartes se aprovechan del caos en Nervión.

Castro y Orta, en la presentación de Nyland y Lukebakio.
Miguel Morenatti

El Sevilla se ha presentado al examen final del mercado sin haber estudiado y ahora le entran las prisas. Ya no por sacar nota, sino simplemente por lograr un aprobado raspado que evite la tragedia que se barrunta. Los de Nervión necesitan colocar a sus descartes para lograr espacio salarial y poder acometer las numerosas operaciones que restan. Y el mercado no es tonto. Todo lo contrario.

Juega con el Sevilla Rayados, que desde México tensa la cuerda por llevarse a Tecatito por nada y menos. Juega con el Sevilla el Basaksehir, que si ni siquiera va a hacerse cargo de la inaudita ficha de Januzaj, menos aún quiere pagar. Juega el Feyenoord por Idrissi, el Alavés con Óscar, el Papu con sus escasísimas ganas de moverse...

No se puede decir que Víctor Orta haya llegado a esta situación por ser un mal estudiante que se ha quedado en el parque tocando la guitarra. El madrileño ha trabajado, pero entre que los libros usados que le dejó su antecesor son de difícil comprensión, que el examen es más que complicado y que tampoco ha destacado por su habilidad para llegar preparado a la prueba.

Culpa de la herencia de Monchi, culpa de la nefasta gestión económica del club en los últimos tiempos, culpa de la impericia de Orta... Entre todos lo mataron y él solito se murió. El Sevilla irá esta jornada al Metropolitano sin ninguna de las piezas que aún le hacen falta para dejar se ser el peor equipo de la Liga. Un hecho irrefutable que se comprueba con un rápido vistazo a la clasificación.