Supercopa de Europa 2023: cuándo es y dónde se juega
El torneo, que enfrenta a los campeones de la Champions y la Europa League, ya cuenta con una sede para la próxima temporada.
La Supercopa de Europa va a medir esta temporada las fuerzas del Real Madrid y el Eintracht Frankfurt. Estos dos equipos, campeones de la Champions League y la Europa League, respectivamente, se enfrentan en el Estadio Olímpico de Helsinki. Esta sede albergará por primera vez un partido de este campeonato, que fue creado en 1973.
La UEFA, organizadora del torneo, no se detiene, y, como es habitual, ya tiene una sede para albergar la Supercopa del próximo año. En 2023, este campeonato se disputará en un estadio que cuenta con una historia muy polémica alrededor. Ese coliseo es el Kazán Arena, que está localizado en Rusia.
¿Cuándo es y dónde se juega la Supercopa de Europa 2023?
La fecha concreta no se ha hecho oficial, pero, como cada año, la Supercopa de la UEFA se celebrará en el mes de agosto de 2023. Este torneo tendrá la disputa de su edición número 48. Además, hay que tener en cuenta uno de los detalles más importantes que tiene el entorchado, y es saber dónde se va a jugar el partido.
El ente que organiza el fútbol europeo anunció en el año 2020 que el Kazán Arena será el encargado de albergar este encuentro, uno de los más deseados del Viejo Continente. Con un aforo de 45.379 espectadores sentados, este estadio fue inaugurado en el año 2013, y fue una de las sedes del pasado Mundial, que se disputó en 2018.
Sede habitual del Rubin Kazán, equipo de la ciudad, este estadio despierta una gran polémica. Esta se debe a su ubicación. La localidad se encuentra en Rusia, país que ha invadido a principios de este 2022 Ucrania. De hecho, actualmente, el país mantiene el asedio hacia el territorio vecino, convirtiéndose la invasión en una guerra.
La disputa de la Supercopa en Kazán podría estar en el aire
La gran final de este torneo, por el momento, se mantiene en su sede original, Kazán, pero todo podría cambiar con el transcurso de la invasión rusa a Ucrania, y puede depender de lo que suceda en los próximos meses. Solo hay que recordar lo que sucedió con el inicio de esta guerra.
Poco después de que estallara este conflicto, la UEFA fue de lo más contundente con el país del norte de Europa. Expulsó a los clubes rusos de toda competición que organizara y se llevó la final de la Champions, que originalmente se iba a disputar en San Petersburgo, a París.
“El Comité Ejecutivo de la UEFA ha decidido trasladar la final de la UEFA Champions League 2021/22 de San Petersburgo al Stade de France en Saint-Denis. El partido se jugará, como estaba previsto inicialmente, el sábado 28 de mayo a las 21:00 HEC”, anunciaba la organización en un comunicado.
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En ese mismo texto, el organismo con sede en Nyon quiso dejar clara su postura de apoyo a Ucrania, y expresó que “apoyará plenamente los esfuerzos de las múltiples partes interesadas para garantizar la provisión de rescate para los jugadores de fútbol y sus familias en Ucrania, que se enfrentan a un terrible sufrimiento humano, destrucción y desplazamiento”.
Además, Gazprom, uno de los principales patrocinadores de la máxima competición continental, y, por cierto, empresa que daba nombre al estadio en el que se iba a disputar la gran final, vio cómo su asociación con la UEFA llegaba a su fin.
