San Mamés proyecta ‘Valverde III, el emblema siempre vuelve’
El Txingurri es la esperanza en el Athletic para volver a Europa: en cinco de sus seis temporadas en Bilbao, lo logró. El Mallorca, con pocos mimbres.
Bilbao levanta el telón de la tercera etapa de Valverde al frente del Athletic, un club en el que es santo y seña, ya que estuvo como jugador y, tras colgar las botas, ejerció de entrenador, primero en el filial y más tarde en el primer equipo, en dos épocas distintas, hasta convertirse en el preparador con más partidos en la historia del club (306). El Txingurri quedó ligado a dos candidaturas en las recientes elecciones a la presidencia y su carisma logró derrotar a un ídolo como Bielsa. Ha estado seis años y en cinco de ellos ha logrado el pasaporte europeo, ese que se persigue ahora como objetivo según fijo el presidente Jon Uriarte. El redebut llega ante el Mallorca, tras un verano turbulento por el ‘Caso Iñigo Martínez’ y el Barça (sigue el partido en directo en AS.com). El central internacional causa baja por molestias en una rodilla, lo mismo que le pasa a Ángel en el bando rival. Sí llegan a tiempo Simón y Raúl García. El meta ha estado dos meses sin entrenarse, tras participar en la Nations League, pero con tres sesiones le bastan a Valverde, que valora su experiencia y el hecho de que su suplente, Agirrezabala, está fuera por una fractura en un dedo.
Las principales incógnitas para el Txingurri se ciñen al frente ofensivo. Raúl estaba llamado a ser el nueve, pero tal vez no quiera arriesgar Valverde con él y ponga a Williams, para juntarle con su hermano Nico, el Williams que viene ya con dorsal del primer equipo (11) en labores de extremo derecho. Y en la mediapunta tienen las mismas opciones Sancet y un Muniain que cumple 500 partidos como león, en la sexta posición del ránking histórico. Será un día de reencuentro entre el técnico y una grada que le ama, y con algunos cambios de piel: se estrena el octavo césped desde la construcción de San Mamés en 2013 (el anterior quedó muy deteriorado por los conciertos de Fito y Metallica) y nace una nueva Grada de Animación, abarcando toda la Norte Baja. Además, Jon Uriarte aparece como el nuevo inquilino en el palco tras la etapa de Aitor Elizegi al frente.
El Mallorca llega a Bilbao en un buen estado anímico tras su salvación milagrosa de la pasada temporada y la notable pretemporada, aunque en guardia por el hecho de haber perdido en sus últimas cinco visitas a San Mamés. Comienza un nuevo ejercicio en plaza de prestigio y pretende hacerlo dando buena imagen y, sobre todo, obteniendo algún botín que siempre viene bien para la credibilidad del trabajo que se está haciendo.
Para la cita, Javier Aguirre está con lo puesto, es decir, con los nuevos Rajkovic y Copete, los readmitidos Grenier, Maffeo, Muriqi y Battaglia, y con solo dos delanteros natos, el citado Muriqi y Abdón, porque Ángel se ha caído por una pequeña lesión y el mercado, de momento, aún no ha ofrecido al equipo balear la posibilidad de otro delantero que aumente la nómina en vanguardia.
Aguirre insiste en los tres centrales con dos carriles y, a partir de ahí, la creatividad de Grenier con la batuta, y Kang-in Lee y Dani Rodríguez en la creación ofensiva son las bazas del mexicano que aún espera entre tres y cinco refuerzos más para completar una plantilla muy parecida a la que sufrió la temporada pasada para salvarse en la última jornada. Los bermellones llegan a la cita tras una pretemporada sin derrotas (tres victorias y tres empates), alguno de nivel como el obtenido en Nápoles y con un solo gol en contra, de penalti, precisamente ante los italianos.
Greif y Amath están lesionados y Galarreta vuelve a ejercitarse con el grupo tras otro mazazo por culpa de la rodilla. Hacerse fuertes en defensa y aprovechar lo que llegue arriba es la máxima de este equipo para vivir con más tranquilidad que la campaña pasada en pos del objetivo que no es otro, un año más, que la permanencia.