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Punto que ayuda y refuerza al equipo

No tengo dudas. El Real Valladolid no perdió dos puntos ante Osasuna. Sumo uno y sigue su camino. Pudo ganar, siendo mucho mejor que su rival en la primera parte, pero también pudo perder y se hubieran escapado los tres puntos. Fue un resultado justo y el punto sirve para acercarse al objetivo final. Si tenemos en cuenta que la cifra probable de permanencia estará en torno a los 40 puntos, estos llegarán de lograr, por ejemplo, cuatro victorias y cuatro empates. Todo lo que sea no perder ayuda, aunque las victorias son las que te permiten dar un salto monumental. Pero los empates contarán.

Y además, valoro el partido como algo positivo porque el conjunto de Pacheta salió reforzado de su encuentro ante Osasuna. Demostró que está en el buen camino y que las victorias cosechadas ante Valencia y Real Sociedad no son fruto de la casualidad. Tampoco lo es que por tercera jornada consecutiva la puerta se haya mantenido a cero. Las sensaciones que ahora desprende el conjunto blanquivioleta son diametralmente opuestas a lo que vivimos no hace tanto en el campo del Atlético de Madrid. Allí el equipo tocó fondo y desde ese día no ha parado de crecer, de recuperarse a gran velocidad.

Porque hay muchas cosas que han cambiado. La seguridad defensiva es evidente. No es casualidad que los goles del rival no lleguen. Masip está firmando su mejor temporada en Zorrilla y se ha convertido en una garantía de seguridad. Javi Sánchez ha llegado a su mejor nivel, Hongla aporta equilibrio y muy buena salida de balón, las bandas, por fin, son lo que no fueron en muchos partidos anteriores con la conexión Luis Pérez-Plata y con un Machís que es una amenaza permanente para los rivales. El Real Valladolid ha sufrido una gran transformación, para bien, y parece haber entrado en la dinámica ideal para poder soñar con la permanencia de manera absolutamente justificada.

Y visto lo visto, parece que ha llegado el momento de dar la titularidad a Larin. Ayer, su salida coincidió con los peores minutos del Valladolid. Nunca sabremos que hubiera pasado con Larin en el campo en la primera parte en la que los pucelanos no dejaron de atacar. Tener al canadiense en el banquillo empieza a ser un lujo que Pacheta no se debe permitir. Y, por lo que demostró ante Osasuna, otro lujo es tener de suplente a Amallah. El entrenador va a tener que ir buscándole un sitio en la alineación inicial al de Marruecos. Los fichajes de invierno están siendo verdaderos refuerzos que ha colaborado activamente para esta mejora tan notable del equipo.

Y vista la situación en la parte baja de la tabla, más vale que sea así porque parece que este año va a estar más caro que nunca salvarse. El Cádiz se agarra con fuerza a la permanencia, a Getafe y Valencia, por la calidad de sus plantillas, nadie se atreve a condenarlos. El Girona juega bien, el Celta, con Aspas al frente, no tira la toalla, el Espanyol, el Almería… no se puede ni descartar al Mallorca. En ese lío está metido el Valladolid, en esa lucha, pero parece haber llegado al momento de la verdad bien preparado para saltar al campo de batalla. Las siguientes citas ante Betis y Celta, ambas lejos de Zorrilla. Dos extraordinarios exámenes en los que habrá que estar otra vez a la altura.