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La ‘quinta’ de los 30 hipoteca el mercado del Betis

Fekir, Guido, Álex Moreno, Bartra, Carvalho... Los jugadores verdiblancos con perspectiva de venta están cerca o han superado ya la treintena. Y eso dificulta la inversión.

Actualizado a
Nabil Fekir.
MARCELO DEL POZODiarioAS

“El mercado no es que esté parado, lo que pasa es que funciona así. Todas estas semanas son de muchísimos contactos, llamadas, negociaciones, pero al final para tomar las decisiones siempre llega un momento en el que los jugadores, agentes, los clubes, se deciden. Tenemos unos jugadores que además quieren quedarse en el Betis prácticamente todos”, afimaba el vicepresidente del Betis José Miguel López Catalán en la televisión oficial del club, tras el acto de homenaje a los socios el pasado lunes.

La realidad es que el equipo verdiblanco necesita vender y los acercamientos que se producen no han convencido. El Fulham no ha querido todavía poner sobre la mesa más de 10 millones de euros por Álex Moreno, una de las piezas apetecibles del mercado verdiblanco. Desde medios como HITC dan una razón principal: Álex, de 29 años, está ya cerca de la treintena y no existe por tanto posibilidad de que la inversión se multiplique dentro de unas campañas.

El caso de Álex se traslada a la mayoría de futbolistas con más mercado en Heliópolis. Guido Rodríguez, por el que posiblemente haya habido los acercamientos más importantes, tiene ya 28. Y además, termina contrato en 2024. Parece difícil ya que cualquier club pueda decidirse por él para luego sacarle una plusvalía, con lo que la apuesta acaba siendo limitada y lejos de los 25 millones que el Betis solicita por el pivote argentino. El 30 por ciento de ese dinero acabaría además en las arcas del América de México.

Con otros futbolistas como Nabil Fekir (29 años), William Carvalho (30), Marc Bartra (31) o incluso Borja Iglesias (29) ocurre algo muy parecido. Si el que llega a por el futbolista no es un club grande, al que le importe menos el futuro rendimiento económico, la apuesta parece complicada. Se trata de jugadores además a los que hay que sumarles salarios muy elevados, con lo que la amortización se dispara. Le ocurre al Fenerbahçe turco con Carvalho. La oferta inicial de tres millones de euros es vista con reticencia desde el Villamarín, pero además el futbolista ha solicitado 3,5 millones netos, según la Prensa de aquel país.