Bellingham y Vinicius, un espejo para los demás jugadores

Durante los festejos por la Liga ganada se vio la realidad de este dúo que se ha convertido en la pareja más temible del fútbol actual. La cámara mostró que están casi siempre juntos y los muchos gestos de complicidad que tienen el uno con el otro. Con el micrófono en mano tampoco dudan en declarar su admiración mutua: “Es el mejor futbolista del mundo”, define Bellingham a Vinicius. “Siempre he sido muy fan de Jude. Hice todo lo que pude para que viniera. Ojalá pueda marcar más goles para que sea el Pichichi”, se abrió Vini con el inglés. Y se nota en el campo. Ese buen rollo, esa ausencia de celos y la actitud decidida de remar en la misma dirección que tienen las dos grandes estrellas del equipo beneficia claramente al grupo.

Los dos, Jude y Vini, son los grandes pilares sobre los que se asienta este más que probable doblete histórico. Juntos han generado 62 de los 123 goles que ha conseguido el equipo esta temporada. Son, directamente, medio Madrid. Pero también son un ejemplo de lo que ocurre cuando los jugadores top se deciden a participar del proyecto y se remangan en tareas defensivas. Que los títulos van cayendo.

Los dos se merecen el Balón de Oro no sólo por sus goles y asistencias, sino también por lo generosos que han sido en el campo. Vini ha agachado la cabeza cada vez que Ancelotti le ha cambiado el sitio por el que juega. Sin rechistar, ha sacado más y más rendimiento de alejarse de la banda y acercarse a la portería. Tres cuartos de lo mismo para Bellingham, que retrasa su posición para desfondarse en defensa y luego alterna con Vinicius en posiciones de delantero para marcar. El inglés tiene 20 años. El brasileño, 23. Son el alma del Madrid. Un espejo para los demás.