París celebra el ‘calentón’ de Luis Enrique con Donnarumma
El italiano volvió a protagonizar una actuación providencial en la Champions. Su futuro está en París. Llegó a ser suplente de Sáfonov esta temporada.


Tras otra actuación consagratoria, estridente, Gianluigi Donnarumma sostuvo al PSG en Birmingham, en otra prestación perentoria que, por si existía todavía algún escéptico, disipó todas las dudas que había concitado su nivel en la Champions League. La clasificación a semifinales de los parisinos, la segunda consecutiva, la segunda seguida de Luis Enrique, récord en el club, no se entiende sin el italiano, que evitó una remontada espectacular del Aston Villa en el segundo tiempo.
Desde la llegada de Lucho a París, uno de los interminables debates que se habían generado radicaba en la portería. El juego de pies de Donnarumma y su nivel en las citas importantes llegó a hacer dudar al asturiano al respecto, a pesar de que nunca lo extrapoló al terreno de juego, en el que el debate nunca existió. El fichaje de Safonov en verano, por 20 millones, reabrieron los interrogantes, máxime tras el inicio de temporada del cancerbero del PSG en la máxima competición continental.
El PSG, ahora favorito a ganar la Orejona, la primera de su historia, estuvo contra las cuerdas en la liguilla. En noviembre, en Múnich, Luis Enrique dejó a Donnarumma en el banquillo. Fue un aviso de que su rendimiento no se correspondía con su potencial.
Sáfonov, sin embargo, tampoco ofreció garantías, ya que el campeón de la Ligue 1 perdió por la mínima y, en el gol del Bayern, el ruso estuvo poco contundente. A partir de entonces, Gigio se puso las pilas e, incluso cuando se dudaba de su futuro en la capital francesa, porque las negociaciones por su renovación se estancaron, el napolitano fue un rodillo.
En las dos últimas eliminatorias del PSG en la Champions, Liverpool y Aston Villa, el exjugador del Milan se vistió de héroe, sosteniendo a un equipo que recordó al de épocas atávicas, un fósil cuando el partido se enredó y donde había que sufrir.
Con seis paradas de mucho mérito en Villa Park, su prestación fue decisiva para guiar a los parisinos a las semifinales de la Champions. Dos intervenciones providenciales, una mano imposible a Rashford y otra parada espectacular a un testarazo de Tielemans, le elevaron al Olimpo.
¿Qué hubiera ocurrido si el Aston Villa hubiera empatado la eliminatoria? Muchos en Francia coinciden en que el PSG se habría desplomado como un azucarillo en una taza de café. Y, por si fuera poco, Donnarumma, en el tramo final, realizó otra parada excelsa, brillante, al imponerse a Marco Asensio, cedido por el conjunto francés, en un mano a mano que encogió el corazón de Luis Enrique, exhausto tras el pitido final, asegurando que “pocas veces en mi carrera he estado tan superado”. Se lo debe agradecer al italiano, sin duda.
El PSG tiene un guardián con Donnarumma. Después de sus dos eliminatorias de Champions, el conjunto parisino ya no abriga dudas con su futuro en París. Las negociaciones, a priori, deberían relanzarse en las próximas semanas para firmar un nuevo contrato que le colocaría en el escalón de los mejores pagados de la plantilla.
Tal fue su actuación en Birmingham que el diario L’Équipe, acostumbrado a criticarle, valoró su partido con un ’8′. “París puede agradecérselo enormemente. Afortunadamente, el italiano pudo atajar los disparos de Pau Torres (19º), Rashford (52º, 57º), Tielemans (59º) y Asensio (70º) para evitar otra noche europea de pesadilla. Dos paradas fueron excepcionales”, resumen. Un partido que cambia carreras y una Champions que le eleva a los altares del fútbol.
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