Oyarzabal iguala a Kodro y ya es el octavo máximo goleador de la Real
El atacante eibarrés, visiblemente tocado tras el partido, apenas celebró el logro, y dejó un mensaje de capitán: “Es el día para dar valor a lo que estamos haciendo”
Mikel Oyarzabal fue el protagonista de la Real Sociedad después del partido contra el Celta por doble motivo. Por un lado, porque fue el autor del gol del empate, lo que suponía un logro en sí mismo al igualar a Meho Kodro en la tabla de goleadores históricos del club donostiarra, colocándose en octavo lugar y superando a Zamora. Y por otro, porque dejo un discurso más que interesante, lanzando un mensaje de capitán a un entorno disgustado y cabreado por la manera de dejarse empate en el descuento: “Es el día para dar valor a todo lo que estamos haciendo”, dijo.
Lo que está claro es que en minuto 12 del partido contra el Celta de Vigo, Oyarzabal dio un paso más en la brillante historia que está escribiendo en la Real Sociedad. “Ojalá pueda seguir el ejemplo de Xabi Prieto, una institución en el club, y hacer toda la carrera en la Real. Trabajo día a día duro para ello”, había dicho entre semana en una entrevista en la SER de la que se ha hablado mucho. Camino de conseguirlo va. Por ahora, con menos partidos (282 contra los 530 del donostiarra) y menos edad (25 años), el eibarrés ya está inscribiendo su nombre con letras de oro en los libros de historia de la entidad txuri-urdin.
El gol al Celta era el número 81 de carrera deportiva profesional en la Real, lo que le permite igualar con uno de los delanteros míticos de la Real, Meho Kodro, aunque el bosnio necesitó menos partidos para conseguirlo (146). Esto significa que Oyarzabal es ya el octavo máximo goleador en la historia realista. Sus siguientes ‘victimas’ son Cholín (83), Bakero (90) y Uralde (97) para entrar en el top 5. Más lejos quedan Satrústegui, es el máximo goleador con 163, López Ufarte el segundo con 127 y Sebas Ontoria tercero con 114. Kovacevic es cuarto con 107. Pero es que Oyarzabal está también a un partido de igualar los 284 partidos con la Real de Kovacevic. Aunque todavía le queda un trecho para entrar en el Top-10 de partidos jugados como txuri-urdin, algo que en todo caso, de seguir con esta dinámica, no será nada difícil que logre.
No obstante, ese gol número 82 en la carrera de Oyarzabal tuvo un punto de sabor amargo, porque parecía que iba a servir para lograr la victoria, hasta que en el 93′ Le Normand se marcó en propia puerta el gol del empate del Celta, lo que hizo que la afición saliera entre decepcionada y enfadada del Real Arena. El eibarrés puso un poco de sentido común en medio de la extraña depresión que reinaba en el ambiente. “Hay que ser objetivos y, estando terceros, adelante en Europa League y habiendo perdido en Copa en el campo del Barcelona, hay que darle valor a las cosas que se están haciendo. Es un palo duro, pero hay que ser conscientes de que las cosas se están haciendo bien y en días en los que las cosas no han salido, hay que mandar un mensaje positivo”, señala.
Intentando no dar tanto valor a su logro individual como sí a lo colectivo, Oyarzabal aseguró que poco a poco se iba encontrando mejor tras jugar siete partidos a su regreso de su grave lesión de rodilla. “Me encuentro bien, acumulando minutos y sensaciones, no voy a mentir que los goles y las asistencias ayudan a estar mejor, pero hay margen para estar mejor... Poco a poco, y mientras intentando ayudar en todo lo posible al equipo”. Y reconoció sin tapujos que no habían jugado un buen partido, porque les había faltado buenas sensaciones con el balón. “Creo que ellos han estado bien, pero nosotros no hemos estado mal, salvo los últimos 10 o 15 minutos, por el miedo igual a perder, por no tener las buenas sensaciones con balón de otros días, un poco por todo. Es verdad que perdemos dos puntos, pero sumamos uno que seguro nos ayuda al final de temporada”. Palabra de capitán. Palabra de jugador que dio un paso más para acercarse a la leyenda.