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OSASUNA

Osasuna: la senda del sueño desde el Fuentes al poderoso Madrid

El equipo rojillo se planta en su segunda final copera de la historia y tratará de levantar el trofeo en La Cartuja

Osasuna: la senda del sueño desde el Fuentes al poderoso Madrid
OSKAR MONTERODiarioAS

Osasuna fue el primero que sacó el billete para la final de La Cartuja del 6 de mayo. Con un partido muy práctico en San Mamés, en el que se vio al borde de la eliminación, pero prevaleció su espíritu de supervivencia. Volverá al estadio en el que eliminó a la UD Tomares en la primera ronda copera de la temporada 2020-21. Se vio las caras con el modesto conjunto sevillano en La Cartuja tras no poderse disputar el choque en el Municipal de San Sebastián (terreno de juego en el que el Tomares disputa habitualmente sus encuentros). El cuadro de Arrasate no tuvo problemas en superar a su rival, endosándole un elocuente 0-6 al final de los 90 minutos reglamentarios. Barja, en dos ocasiones, Roncaglia, Eric Gallego, Calleri y Saverio fueron los goles del cuadro rojillo. La noche del 15 de diciembre de 2020, salió de inicio con Rubén Blanco; Roncaglia, Unai García, Raúl Navas, Juan Cruz; Brasanac, Javi Martínez, Saverio, Kike Barja; Brandon y Enric Gallego. Jugaron también Asier Córdoba, Roberto Torres, Aimar Oroz, Herrando y Calleri. Unos 300 espectadores presenciaron el choque en las gradas del recinto hispalense.

Seguro que los rojillos no podían ni imaginar que algo más de dos años después estarían allí mismo pero peleando por el primer título en los 102 años de historia del club. Una bella película que este curso arrancó ante el Fuentes (1-4) en la primera ronda del torneo del KO. Siguió con el Arnedo (1-3), La dificultades llegaron en dieciseisavos ante el Nàstic, al que el equipo de Arrasate eliminó en la prórroga. Lo siguiente fue tachar en los penaltis a los equipos sevillanos de Primera: el Betis en el Villamarín y el asalto al Sánchez Pizjuán. La apoteosis vino ante el Athletic, ya en formato de ida y vuelta. De nuevo tuvo que vivir una prórroga el cuadro navarro. El último paso es el poderoso Madrid, que ayer despachó con una autoridad insultante al Barcelona.

Esta final pone la guinda a varios años de crecimiento constante. Los de Tajonar saben esperar su oportunidad y tras cuatro partidos sin marcar, Ibáñez metió en Bilbao un gol para la historia. Emuló a Iniesta en la final del Mundial de Sudáfrica. Para llegar hasta este brillante momento y valorar el mérito de lo conseguido hay que trasladarse al 7 de junio de 2015. Osasuna, ya en Segunda División, acudió a la Nova Creu Alta de Sabadell con la obligación de ganar para no descender a la tercera categoría del fútbol español. Javi Flaño salvó al club de una posible desaparición con un testarazo en el tiempo añadido.

Fue el punto de inflexión desde el que se replanteó, en cierto modo, el organigrama rojillo. Tras un ascenso y una pésima temporada en Primera, Osasuna regresaba a Segunda división. Con Braulio Vázquez ya en la dirección deportiva, el club apostó en el verano de 2018 por un entrenador que llegó a Pamplona tras dirigir un año a la Real Sociedad y tres al Numancia.

La incógnita por cómo funcionaría el equipo estaba ahí, pero Jagoba Arrasate disipó todo tipo de dudas logrando el campeonato para devolver al equipo al lugar que merecía tras años de sufrimiento. Con pies de plomo e ilusión por esta nueva andadura, el club diseñó con una plantilla compensada con jugadores de toda la vida como David García, Torres, Oier o Unai García, la llegada del Chimy Ávila a la punta de ataque y la irrupción en el primer equipo de un joven Jon Moncayola.

Todavía en el viejo Sadar, Osasuna acabó décimo con 52 puntos para confirmar su presencia en Primera el año de su centenario. La buena salud económica de la entidad permitió llevar a cabo la reforma de su estadio. El feudo rojillo pasó de 18.500 a 23.516 localidades, con casi 20.000 socios. Vázquez tenía luz verde para acometer fichajes que mejorasen la plantilla.

Llegó Lucas Torró tras su paso por el Eintracht Frankfurt y se consiguió la cesión de Ante Budimir. El equipo no comenzó bien su segunda andadura consecutiva en Primera, enganchando doce jornadas sin conocer la victoria y ocupando la penúltima posición. Fue entonces cuando la dirección dio la cara por su técnico y le otorgó su total confianza. “El barco llegará o no a puerto, pero con el mismo capitán. Confiamos en ellos a muerte y vamos todos juntos”, dijo Braulio Vázquez en enero de 2021. Arrasate finalizaría la temporada sí o sí en el banquillo.

El tiempo les dio la razón y Osasuna consiguió la permanencia, acabando undécimos con 44 puntos. La unión entre equipo y afición era total. El osasunismo se sentía identificado con sus jugadores y la etiqueta de club revelación comenzaba a quedarse algo obsoleta, ya que la constancia había daba sus frutos.

El curso pasado certificó su cuarto año seguido entre los más grandes quedando en mitad de tabla. Con la marcha del capitán Oier tras 353 encuentros oficiales, Roberto Torres y David García recogieron el testigo del de Estella. La escasa aportación de Torres hizo que este enero abandonase Pamplona. El central de Ibero, con una extensa experiencia, se erigió como la referencia dentro del vestuario. Su primera convocatoria con España hace dos semanas volvió a poner a Osasuna en el mapa internacional.

La hinchada navarra, acostumbrada a no sufrir estas últimas primaveras, pidió a sus futbolistas dar un paso al frente e intentar una clasificación europea o una larga andadura en la Copa del Rey. La dulce realidad es la siguiente. Dieciocho años después, Arrasate y los suyos lucharán por levantar su primer título. Además, el acceso a la final les permitirá viajar en enero a Arabia Saudí para disputar la Supercopa de España, otro título más en juego. Resta un mes para la cita más ilusionante de los últimos tiempos. La fe en dar la sorpresa en la Cartuja va a estar ahí. Los rojos contarán con la ayuda de alrededor de 20.000 personas en el estadio sevillano. Sin lugar a dudas, el proyecto comandado por Arrasate obtuvo el martes el reconocimiento del mundo del fútbol con total merecimiento tras varios años mejorando sus registros y fortaleciendo la estructura del flamante primer finalista del torneo del KO.