Nadie puede con Correa
El argentino se infiltra para jugar contra el Cádiz y es el héroe con un doblete. “Quise forzar con un poco de dolor para ayudar al equipo y salió bien”.
Ángel Correa debe pedir perdón. Debe pedir perdón por sufrir una durísima patada con el derbi ya decantado. Debe pedir perdón por verse obligado a perderse el partido contra Osasuna, pero regresar a los entrenamientos al día siguiente. Debe pedir perdón por, ante la enorme cantidad de bajas del equipo y en especial de la delantera, infiltrarse y forzar para jugar contra el Cádiz. Debe pedir perdón por, con dolores y un vendaje en su pierna derecha, marcar los dos goles que dieron el triunfo al Atlético, su equipo.
Era el relato que podía escucharse y leerse a la medianoche de una remontada que sabe a gloria para la afición rojiblanca. Curiosamente, la discusión parece cernirse más en el tiempo de recuperación de la lesión de Correa que en el motivo por el que esta se produjo. Lo que es indudable es que la presencia del 10 fue fundamental para dar la vuelta a un encuentro que se había puesto 0-2 con una remontada que permite al Atlético continuar con su racha en el Cívitas Metropolitano. Ya son 12 victorias consecutivas y ante el Cádiz tuvo que ser remando. El argentino es un valor seguro para Simeone. Si bien nunca comienza las temporadas con la vitola de titular, siempre acaba siendo determinante.
Correa sufrió esguince grado I del ligamento colateral medial de la rodilla el pasado domingo 24 de septiembre tras la patada de Bellingham en el derbi. No pudo estar en El Sadar, pero la expulsión de Morata y la baja de Memphis, ya habitual en la enfermería, dejaban a Simeone sin delanteros. “Tuve un golpe muy fuerte en la rodilla, se me hizo un esguince, no pude estar en el partido anterior, con la expulsión de Álvaro estaba Griezmann solo en la delantera, quise forzar con un poco de dolor para ayudar al equipo y salió bien”, explicaba el argentino en DAZN a la conclusión del encuentro. Y desde el primer minuto su movilidad fue un quebradero de cabeza para el Cádiz. Comenzaba cediendo de tacón a Griezmann para un disparo que se estrelló con el palo.
Una pesadilla a la hora de tirar desmarques en largo, de bajar a recibir y girar y combinar con sus compañeros. Y, cuando el partido se había puesto cuesta arriba con el 0-2 de Roger, inició la remontada. Si hay que tirar de corazón, llamen a Angelito. Primero, corriendo al pese entre líneas, después moviéndose en el área para cabecear a la red el gran centro de Azpilicueta. En el inicio de la segunda mitad una nueva dejada suya para Llorente acababa en el rechace que aprovecharía Nahuel Molina para poner las tablas. Y todavía haría el tercero tras una gran jugada colectiva y el movimiento en el momento preciso para rematar el centro de Saúl.
Gol de Correa es sinónimo de éxito en el Atlético. En los 51 partidos de Liga que ha marcado, el Atlético ha ganado 43 y empatado ocho. Nunca una derrota en la competición (sí en Champions contra el Benfica y en Copa ante Celta, Las Palmas y Cultural). El papel de revulsivo le ha retirado en muchas ocasiones del once. Nadie agita los partidos como él. Pero indudablemente el 10 quiere ser titular. A un campeón del mundo se le queda corto ser un recurso. Y aprovecha cada oportunidad que tiene. El miércoles el Atlético recibe al Feyenoord en la segunda jornada de la Champions. Simeone recupera a Morata y todo hace apuntar a que Correa volverá al banquillo. Pero, es un jugador que siempre esta listo para sumar. Un luchador, como ha demostrado desde el primer día que llegó, problema cardiaco de por medio. Correa puede con todo... aunque haya gente a la que le pese.