Bergantiños, único superviviente del ‘caso Fuenlabrada’
El 7 de agosto de 2020 se jugó el partido del ‘paripé’. En el Depor ya sólo queda Álex Bergantiños y en los despachos, Villasuso. En el Fuenla, poco más.
Fuenlabrada y Deportivo se verán las caras este domingo por primera vez desde que estallase el ‘caso Fuenlabrada’ en el verano de 2020 tras el brote de Covid en el equipo madrileño que puso el fútbol español patas arriba. Después de tensiones, denuncias y la decisiva intervención del CSD, ambos jugaron el 7 de agosto en Riazor con el equipo coruñés ya descendido a Segunda B. El domingo se enfrentarán en el Fernando Torres en Primera RFEF con las aguas mucho más calmadas, pero con un morbo innegable por todo lo sucedido.
Desde aquel conflicto ha pasado algo menos de dos años y medio, pero en A Coruña ha parecido una eternidad por todo lo que ha sucedido en el club desde entonces. La propiedad del Deportivo ha pasado de pertenecer a 25.000 accionistas a uno, Abanca, que acumula cerca del 80% de los títulos. El presidente en aquella monumental crisis era Fernando Vidal. Duró seis meses hasta que Escotet lo fulminó en febrero de 2021 y designó a un nuevo consejo con Antonio Couceiro, actual presidente, a la cabeza.
La llegada de David Villasuso
De aquel vuelco que vivió el Deportivo desde el césped a la máxima dirección, queda un superviviente en los despachos: David Villasuso, que llegó al club poco antes de que estalle el caso Fuenlabrada. Empleado de Abanca, entró como director financiero en mayo de 2020 tras la dimisión de González Dans, aunque poco después ganó mucho mayor peso al ser nombrado director general. Finalmente fue designado consejero en diciembre de ese mismo año tras la marcha de Miguel Otero. Actualmente compatibiliza ambas funciones.
Un escalón más abajo estaba el director deportivo, Richard Barral, que al terminar la temporada 2020-2021 también fue destituido, nombrando el club a Carlos Rosende secretario técnico. Todavía más movido fue el baile en el banquillo. Fernando Vázquez, que había llegado en enero de 2020, era el entrenador del equipo cuando estalló el caso Fuenlabrada. El de Castrofeito aceptó seguir en Segunda B, pero solo duró nueve jornadas. Rubén de la Barrera, su sustituto, aguantó hasta final de temporada. La pasada campaña el Depor apostó por Borja Jiménez, que fue destituido hace poco más de un mes. Así, será Óscar Cano el técnico que protagonice el reencuentro con el Fuenlabrada.
El tsunami del ‘Fuenlagate’ fue especialmente intenso en la plantilla. Tanto, que solo un jugador, Álex Bergantiños, sigue en el club. El capitán blanquiazul fue el involuntario protagonista al filtrarse los audios de whatsapp del ‘paripé’ que terminaron con su detención tras la acusación de la LFP. El Juzgado nº 3 de A Coruña desestimó finalmente la denuncia, Bergantiños fue exonerado de todos los cargos y el futbolista denunció a los policías que viajaron para arrestarlo desde Madrid por detención ilegal.
El descenso a Segunda B tuvo una moderada revolución con la continuidad de nueve jugadores, tres de ellos canteranos. El nuevo fiasco en la campaña 2020-2021, los cambios en todos los estamentos del club y un polémico ERE a la plantilla redujeron la nómina a dos. Valín, que se iría en el pasado mercado invernal, y un Álex Bergantiños que atraviesa un momento deportivo delicado después de tres partidos consecutivos sin jugar un solo minuto.
Praena y tres jugadores siguen en el Fuenlabrada
Aquel famoso partido también terminó pasando factura al Fuenlabrada, aunque no tan profunda como en el Depor. La primera consecuencia del 2-1 en Riazor fue que los madrileños, a los que les valía el empate, se quedaron sin jugar el playoff. En su lugar lo hizo el Elche, que terminaría ascendiendo. Al frente del club continúa como presidente Jonathan Praena, de igual modo que Miguel Melgar sigue siendo el director deportivo. Juanma, Cristóbal y Freixanet son los tres supervivientes de la plantilla, aunque ninguno de ellos jugó el partido en Riazor de aquel agosto de 2020.