Los veteranos son la clave
Klopp terminó rendido al embrujo de Modric, otra vez capital junto a Kroos y los goles del renqueante Benzema. El trayecto hacia la final está en ellos.
EI nombre de Amancio Amaro ha revoloteado toda esta eliminatoria entre el Real Madrid y el Liverpool. En la ida en Anfield el club inglés depositó un ramo de flores blancas en memoria de El Brujo y en la vuelta en el Bernabéu, fue Modric el que engrandeció aún más su dilatada leyenda al cumplir su partido 472 con el Madrid y, gracias a él, superar precisamente el registro (471) del desaparecido Presidente de Honor.
El embrujo que ejerce Luka sobre el madridismo y hasta los rivales no decae. Al acabar el encuentro, Klopp le abrazó como si vistiese la camiseta red y fuera uno de sus sobrinos. Admiración de un profesional que no para de sufrirle: primero en Cardiff, luego en París y ahora en una de las derrotas globales más abultadas de su exitoso mando en el Liverpool. Su colega Ancelotti, por preservar a un veterano y porque conoce los resortes del futbolista, organizó la sustitución de Luka en el minuto 81. Modric se llevó un aplauso enorme del Bernabéu y también de un Ceballos eufórico convertido por unos segundos en un hincha más.
“Luka y Kroos son dos maestros del juego, saben lo que necesita cada jugada y luego cómo la ejecutan”. Con su dialéctica vestida con frac, Butragueño explicó algo que es lo que pone realmente en valor el papel de ambos: Modric y Kroos siguen pensando antes que el resto sin que se les altere el pulso. En el caso de Modric, el partido de anoche fue de una precisión casi científica. Con el 96 por ciento de acierto en el pase -el que más del partido- y acciones para la galería como el sombrerazo para quitarse de encima a Alexander-Arnold que no acertó Fede Valverde a convertir después en gol. Habría sido una de las asistencias del año. No sólo de su virtuoso empeine vive el croata.
Una lectura secundaria de este 6-2 al Liverpool es que Ancelotti agradece aquella recuperación de Ceballos en enero, pero ahora que viene lo bueno, va a seguir poniendo sus fichas en las casillas de Modric y Kroos. La temporada pasada el rock and roll de Camavinga, Valverde y Rodrygo llevó al Madrid a la Decimocuarta. Pero ahora, lo que dé de sí este trayecto a la Decimoquinta será con Modric y Kroos eligiendo la música. Y con los goles de Benzema, aunque sea renqueante.
Karim no quiere perderse el Clásico
A Benzema no le hizo falta ni esperar a que le echasen un vistazo los médicos del Madrid. Aunque fue sustituido por un fuerte golpe en la tibia derecha que hizo marcharse con gestos de dolor irreprimibles, rápidamente dejó patente que del Clásico del sábado no le bajan. “Estaré”, dijo en el micrófono de Ricardo Sierra en el final de la flash interview. De esa manera anunció que su dolencia no era el golpe en el tobillo que le hizo ausentarse contra el Espanyol en la última jornada liguera y que para no verle en un duelo en el Camp Nou hace falta más que ser atropellado por Van Dijk en la acción previa al gol precisamente del francés. A trancas y barrancas, con más magulladuras que fútbol brillante en sus dosis habituales, Karim se apunta a este empujón final para ver si el liderato de la Liga cambia finalmente o no de manos.