Los veteranos rinden homenaje al ‘asturiano de Pechón’

Pablo Díaz Stalla (se pronuncia ’Stala’ porque es el apellido de su madre italiana) fue un futbolista nacido en Buenos Aires que a los tres años de edad llegó a Pechón, pequeña localidad de la costa de Cantabria fronteriza con Asturias, tierra de sus ancestros paternos y donde reside regentando el camping Las Arenas. Con 17 años llegó a Mareo, procedente del Llanes y de la mano de su padre, para instalarse en la residencia de las instalaciones sportinguistas y convertirse en poco tiempo en jugador del Sporting, cuya camiseta vistió nada menos que en 258 ocasiones, repartidas en ocho temporadas en Primera División.

“De niño tuve un sueño y era jugar en el Sporting. Vine en segundo año de juvenil y en dos años me planté en el primer equipo con el que llegué a jugar la Copa de la UEFA”, contaba Pablo después de recibir la insignia de oro de la Asociación de Veteranos del Sporting . “Me siento un privilegiado”, apostilló, emocionado y agradecido por el galardón que le concedió el colectivo que preside su ex compañero Joaquín Alonso y que recibió en compañía de su mujer Mónica.

Cuando llegó a Mareo era un lateral derecho que se reconvirtió en lateral izquierdo a pesar de ser diestro. “Fue por necesidades del club, según me dijeron en aquel momento”, reveló. José Ángel Fernández Cuñarro, sentado muy cerca durante el acto de los veteranos --junto al ex directivo Carlos Ruiz y al ‘Fisio’ José Manuel Loza--, fue su primer entrenador en Mareo y quien le aconsejó que debía cambiar su posición. No le fue mal a este “asturiano de Pechón”, como le bautizó Joaquín.

Carlos García Cuervo le dio la alternativa en el primer equipo en la segunda parte de un Sporting-Athletic (3-1), sustituyendo al sueco Joakim Nilsson. Aquel momento imborrable para él fue el 23 de septiembre de 1990. Era la cuarta jornada de esa temporada en la que acabó disputando 16 partidos con solo 19 años. García Cuervo fue relevado en el banquillo por Ciriaco Cano y el equipo logró la última clasificación para la Copa de la UEFA.

Bert Jacobs, Mariano García Remón, Ricardo Rezza, Ramiro Solís (solo un partido), José Manuel Díaz Novoa, Benio Floro, Miguel Montes, Antonio Maceda y José Antonio Redondo fueron sus otros entrenadores hasta que dejó el Sporting y se fue a hacer carrera en el Real Zaragoza donde logró dos títulos de Copa del Rey.

Maceda y Redondo, además de Cuñarro, fueron los únicos ex entrenadores sportinguistas que se rencontraron con Pablo Díaz, el protagonista del encuentro anual de la Asociación de Veteranos del Real Sporting de Gijón que reunió en el Restaurante Bellavista a muchos históricos de la entidad. Más de 60 exjugadores, técnicos y directivos se concentraron en una jornada de emotivos reencuentros.

Sobresalió la presencia del decano de los exfutbolistas rojiblancos José Prendes (95 años) y también destacó Joaquín a Cote, el ‘benjamín’ de esta asociación. Pocholo, Reinares, Novo, Alonso, Echevarría, Mortera, Morán, Eloy, José Luis y Juan Carlos Ablanedo, Claudio, Jiménez, Esteban, Joaquín Villa, Andrés, Jaime, Emilio Gutiérrez, Tati, David Cano, Marcelino Elena, Pedro Muñiz, Javi Fuego, Jorge y Alejandro García Torre o Gerardo Noriega son nombres de diferentes épocas que les sonarán a todos los sportinguistas y que realzaron la cita con su presencia.

Borja Jiménez, entrenador actual, y los capitanes Rubén Yáñez, Kevin Vázquez, Gaspar Campos y Juan Otero también compartieron el momento central del encuentro. También estuvieron el presidente ejecutivo David Guerra o el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Gijón, Jorge Pañeda, así como Jorge Guerrero, presidente de la Federación de Peñas Sportinguistas, y Gustavo Alonso, presidente de Unipes, representaron a la afición.

Y entre esa legión de aficionados se encuentra la Asociación Anselmo López, que lleva el nombre del primer presidente de la historia del club y que tuvo un reconocimiento especial de la Asociación de Veteranos para su labor desde 2011 que fue fundada. Roberto Narváez (Milinko), Javier Fernández y Aníbal Monteagudo recogieron el reconocimiento a esa labora de conservación, estudio y difusión de la historia del Sporting.

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