Los datos desmontan el ‘juego sucio‘ de la Real
“Somos el equipo más noble de la Liga”, se quejó Alguacil, el técnico txuri-urdin, el segundo equipo que más faltas hace, pero también al que menos le han expulsado.
Imanol Alguacil explotó de repente en la sala de prensa de Son Moix. Lo hizo sin previo aviso, respondiendo a una pregunta más de la comparecencia posterior al partido de Copa contra el Mallorca. Porque no hubo nada premeditado. Pero sí es verdad que tenía ganas de responder a las muchas e injustificadas críticas que estaba recibiendo la Real Sociedad por su juego sin balón. “Lo voy a dejar muy pero que muy claro: somos uno de los equipos más nobles de la Liga. Seguramente nos piten muchas faltas, pero muchas faltas que no son”, dijo el entrenador realista contundente. Y es que los datos no avalan la crítica del supuesto juego sucio que está recibiendo.
De hecho, los datos de LaLiga lo que hace es desmontar todo aquello de lo que se acusa a la Real Sociedad. Sí es cierto que el equipo donostiarra es el segundo del campeonato nacional de liga que más faltas hace, por detrás del Getafe, con 383. Pero a partir de ahí, los de Imanol Alguacil no aparecen entre los equipos que más tarjetas recibe. Es el sexto equipo que más tarjetas amarillas ha recibido con 63, muy lejos de las 83 que me han sacado al Getafe. Y tan solo le han señalado una tarjeta roja, la que vio Alex Remiro contra el Deportivo Alavés, y fue porque se equivocó y cogió el balón con la mano cuando un jugador babazorro se quedaba solo para marcar a puerta vacía. Es decir, ningún realista ha sido expulsado por una entrada dura. Son datos que matan el relato que algunos entrenadores quieren construir alrededor de la Real y su juego sin balón.
Porque hay una diferencia muy grande entre cometer muchas faltas y hacer un juego feo y brusco. La forma en la que juega la Real Sociedad cuando no tiene el balón es con una presión y intensidad que son muy altas, porque su objetivo es recuperar el balón lo antes posible, así que es normal que eso derive en que hace muchas faltas. Pero como bien reflejan los datos mostrados de amarillas y rojas que ha visto, esas faltas muy pocas veces son feas o excesivamente duras. Curiosamente, en el último partido de Copa contra el Mallorca hizo la mitad de faltas que su rival, a pesar de las incomprensibles quejas de los jugadores bermellones por el juego supuestamente duro de los txuri-urdin.