La RFEF informó al Barça de que iba a infiltrar a Lamine antes de jugar ante Turquía
El club blaugrana estuvo en contacto con el cuerpo médico de España, que advirtió de las molestias del jugador hablando de dolor lumbar agudo y tratamiento largo. Aun así, jugó 79 minutos.


Mientras en el Barcelona se sigue a la espera de la evolución de la lesión de Lamine Yamal para ver si después de perderse el partido contra el Valencia puede estar en el debut europeo en Newcastle, Hansi Flick se reiteró en sus palabras respecto al tratamiento del jugador cuando estuvo en la Selección. “Dije las palabras que dije y nada más. Nada que comentar más”, afirmó el alemán al final del partido.
Antes del encuentro, Deco, director deportivo del club, se alineó con su entrenador al asegurar que “las selecciones siempre son complicadas. Muchas veces los jugadores vuelven tocados. Estoy de acuerdo con el míster: hay que mejorar la comunicación y los protocolos”.
El Barcelona tiene por escrito la constancia de que, en contra de lo que se sostiene desde la Federación, ésta sí que conocía que el jugador estaba con dolores, que un día no pudo ni salir del hotel y que se le infiltró para poder jugar ante Turquía.
Un partido en el que el futbolista blaugrana disputó 79 minutos a pesar de que a la media hora estaba ya decidido a favor del equipo de Luis de la Fuente.
Los mensajes que obran en poder del Barcelona, que recibió desde la concentración de España, hablan de “dolor lumbar agudo”, “tratamiento largo”, “se queda en el hotel para tratamiento” (a eso es lo que se refería Flick cuando dijo que no había entrenado). También desde la concentración de España se detalla el tratamiento especificando textualmente que se le ha inyectado Voltarén (o algo similar).
El enfado de Flick se cimenta también en que desde la Selección se les aseguró que ante esta situación de molestias de Lamine se actuaría bajo la premisa del “riesgo 0”, cosa que creen que no se cumplió como los hechos, a juicio del Barcelona, han demostrado.
También es cierto que en todas las comunicaciones desde La Roja señalaban que el jugador era quien tendría la última palabra sobre su cuerpo. Y parece claro que Lamine dijo que se veía para jugar, aunque en el Barça aducen que es un futbolista de solo 18 años, sin experiencia en estos casos y que debería haber alguien desde el departamento técnico o médico que le frenara en sus ansias de jugar o bien que le regulara los minutos.
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Comunicación hubo; molestias, también; y tratamiento, también, pero todo el protocolo es muy mejorable y en eso se pondrán a trabajar ambas instituciones.
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