Barcelona

La promesa de Lamine

“Traeré la Champions a Barcelona”, dijo después de ser eliminado en Milán el pasado mes de mayo. Es su gran objetivo con el Barça esta temporada, aunque está encontrando dificultades.

Lamine, decepcionado después de la derrota en Milán.
MARCO BERTORELLO | AFP
Juan Jiménez
Redactor jefe de AS. Fue colaborador en AS (2000-04) y, después de pasar por Málaga Hoy, regresó como jefe de Sección en Málaga. Delegado de Andalucía entre 2009 y 2012, colaboró en la integración digital-papel de AS en Madrid. Cubre la información del Barça y la Selección de baloncesto. Tres Juegos Olímpicos. Colaborador de SER, Canal Sur y Gol.
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Se va 2025, el segundo año de confirmación de Lamine Yamal después de su gran explosión en la Eurocopa de 2024.El año de su mayoría de edad y su renovación hasta 2031. 2025, el año en el que consiguió su primer doblete (más Supercopa) como jugador del Barça, y donde alcanzó la segunda posición en la clasificación del Balón de Oro, sólo por detrás de Dembélé. El año en el que también fue elegido premio Kopa por France Football, el mejor jugador joven del mundo por segundo año consecutivo. Y también el año de su famosa pubalgia que complicó los últimos meses pero de la que parece haber salido airoso después del tratamiento del doctor Ernest Schilders.

2025 ha sido, sin embargo, el año en el que también dejó escrita en sus redes sociales una promesa que sigue vigente. “La cumpliré, traeré la Champions a Barcelona”, proclamó la noche del 6 de mayo, cuando se llevó uno de los primeros grandes palos de su carrera en el Giuseppe Meazza. El Barça, que acariciaba la final de la Champions después del 2-3 de Raphinha, cayó eliminado in extremis. Un shock para Lamine, que además estrelló un balón en el palo en el descuento que hubiera significado quién sabe si algo más que el pase a la final. Tal vez el Balón de Oro. Lamine había jugado un tramo final de temporada espectacular en la Champions. Un partido de vuelta de octavos de final primoroso contra el Benfica, otro de cuartos ida ante el Dortmund. Pero el recital definitivo fue en la semifinal. Sólo Sommer impidió que llevase en volandas al Barça a la final. El suizo le hizo una parada brutal en la ida, donde Lamine se estrelló dos veces en los palos; y un par de ‘salvadas’ más formidables en la vuelta, partido en el que el ‘10′ también remató en la madera. Resultó increíble que Lamine se fuese de esa semifinal con apenas un gol.

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De momento, Lamine está encontrando dificultades en la tarea. El Barça circula por el puesto 15 de la clasificación de la fase liga, lejos de los sitios de privilegio por los que se movió el curso pasado. Y el ‘10’ se ha llevado dos grandes decepciones. Contra el PSG, fue superado por Nuno Mendes, que ya había podido con él en la final de la Nations League disputada el pasado mes de junio en Múnich (Portugal-España). Y ante el Chelsea, Cucurella fue su pesadilla. Empezó bien, pero el lateral de La Masia terminó superándole y dejándole con ganas de revancha. Al Barça le quedan dos partidos para completar la primera fase (Slavia Praga, Copenhague). Luego, se lanzará a por los cruces. Tal vez, playoff de acceso a octavos incluido. La mejor noticia para Lamine es que podría empezar esa fase de la temporada cerca de su mejor nivel. Su objetivo, como es lógico, es llegar al cien por cien al tramo final del curso que se encadenará con el Mundial. Antes tendrá, además, el aperitivo de la Finalissima el 27 de marzo. Hasta junio, sin embargo, su mente estará en el Barça y en llevar la Champions de vuelta a la Ciudad Condal. Es una promesa.

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