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LA ENTREVISTA

“No soy un héroe por volver a Ucrania a entrenar”

El exmadridista Igor Jovicevic habla con AS como nuevo técnico del Shakhtar ucraniano desde el exilio en Polonia. La Liga ucraniana echará a rodar el 23 de agosto pese a la invasión rusa...

Actualizado a
Igor Jovicevic dirige su primer entrenamiento con el Shakhtar.
Shakhtar Donestk

Igor Jovicevic se siente “un tercio ucraniano” pese a que nació en Zagreb. Las otras partes de su corazón las ocupan Croacia y España, a dónde vino como futbolista del Real Madrid a principios de los noventa (sólo pudo jugar en el Castilla pero vivió una auténtica odisea para fichar) para echar raíces, porque se casó en Valladolid y luego montó un bar en Marbella. En Ucrania ha hecho de todo, jugar, fichar jugadores y entrenar. Desde hace unos años, como una hormiguita, escala hacia la cumbre. Ahora ha tomado el relevo de Di Zerbi en el banquillo de este Shakhtar Donestk en el exilio forzoso en Polonia por la invasión rusa. Jovicevic charla con AS del volver a una Liga ucraniana que se jugará cerca de refugios antiaéreos, de la dificultad para retener futbolistas extranjeros por el conflicto armado y, sobre todo, del reto mayúsculo que supone debutar en la Champions League con este panorama...

Lo primero, enhorabuena por el fichaje, pero supongo que sus amigos le habrán preguntado si no es una locura entrenar en Ucrania en medio de una invasión rusa sin visos de terminar...

Sí, pero lo primero que quiero dejar claro es que yo pensaba volver a Ucrania igualmente. Tenía la opción de extender mi contrato con el Dnipro, otro club ucraniano, y había decidido regresar. Llevo en contacto con Ucrania desde hace veinte años, cuando jugaba en el Lviv Karpaty. Siempre me gustó su gente. Me siento un tercio ucraniano, como croata y español.

¿Cómo es el día a día de un equipo exiliado?

Ahora mismo estamos de pretemporada en Rotterdam (Holanda) y luego iremos a Eslovenia, un par de semanas, a partir de ahí nos marcharemos a Varsovia (han estado entrenándose en las instalaciones del Legia) y luego jugaremos el primer partido de nuestra Liga el 23 de agosto, pero aún no sabemos en qué ciudad de Ucrania. No está decidido, no hay rival. La apertura es ese día porque es el día nacional del país, se ha elegido de manera simbólica. Es un cambio, porque hasta hace mes y medio todo estaba planeado para que la primera vuelta se jugara íntegra en Turquía. Se ha decidido que juguemos en Ucrania para apoyar a la gente que está defendiendo el país. Lo haremos, eso sí, en las ciudades donde hay menos peligro.

Tengo entendido que se jugará en estadios a puerta cerrada y donde haya cerca un refugio antiaéreo para poder cobijarse...

Sí, pero no es todo es como se ve en la televisión, que parece que están cayendo bombas en todos los sitios de Ucrania. Hay sirenas que avisan minutos antes de la caída de las bombas. No es lo normal, pero es lo que hay.

La llamada del Shakhtar...

Fue justo antes de que se parase la competición por la invasión iba tercero con el Dnipro y hacíamos el mejor fútbol del país. Mi trabajo recibía muchas críticas positivas y llevaba un año siendo candidato para el Dinamo de Kiev o el Shakhtar. En paralelo, el Shakhtar ha pasado a estar clasificado directamente para la fase de grupos de la Champions por una serie de resultados y por la suspensión de los equipos rusos. Yo podía volver al Dnipro activando la cláusula del tercer año de mi contrato pero me llamaron del Shakhtar y hablándolo con mi familia y teniendo ya decidido que iba a regresar al país, era el paso que necesitaba. El Shakhtar lleva trece años seguidos jugando la Champions, se ha convertido en uno de los equipos emblemáticos de la competición. Trabajo todos los días con el sueño de poder escuchar el himno de la Liga de Campeones.

Igor Jovicevic dirige su primer entrenamiento con el Shakhtar.
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Igor Jovicevic dirige su primer entrenamiento con el Shakhtar.Shakhtar Donestk

No deja de ser chocante, porque durante los primeros meses de la invasión la mayoría de futbolistas y entrenadores tomó el camino contrario, el de marcharse como fuera de Ucrania.

No soy un héroe por volver, ni mucho menos. No voy forzado, ha sido un deseo voluntario. Siempre estamos en contacto con la federación ucraniana y con FIFA para garantizar que estemos más o menos seguros. Tampoco soy un extranjero cualquiera que vino aquí una temporada. Conozco muy bien el país, tengo un alma patriótica, como ellos, me gusta este país muchísimo. La invasión generó un shock pero en Croacia pasó lo mismo, hubo una guerra de 1991 al 1995 pero desde el segundo año se jugó al fútbol en las zonas más seguras.

¿El club está teniendo problemas para conformar la plantilla?

Al empezar la guerra, FIFA dio la oportunidad a los futbolistas extranjeros de irse a otros clubes cedidos mientras no haya terminado el conflicto. Los brasileños nuestros se fueron. Los jugadores se pueden marchar casi gratis o por mucho menos de lo que valen. Hablamos de jugadores con un valor de 20 millones de euros vendidos por cinco o seis millones. El Shakhtar está apelando a FIFA porque está perdiendo dinero. Es un club que se había gasta 58 millones en fichajes en jugadores que ahora no valen nada... El club no tiene fuerza para proteger su activo, el valor se ha desplomado por la guerra. Con nosotros sólo retorna Lassina Traoré, pero porque él vive en Ámsterdam. Fue comprado hace dos años por 15 años y viene porque estamos en Rotterdam. Luego veremos si tiene coraje para seguir. Quizá podríamos proponerle que, si no quiere entrar en Ucrania, que no entre, que juegue en Varsovia nuestros partidos de la Champions, por ejemplo. A ver si podemos convencer a los extranjeros de venir aquí. Es un nuevo Shakhtar bajo condiciones de guerra. Es un gran problema que no afecta a clubes como el Dinamo, por ejemplo, que tiene a la mayoría de futbolistas de la selección ucraniana. Tenemos muchos jóvenes y unos pocos veteranos, como Pyatov y Stepanenko. Ellos son los favoritos.

Uno de los jugadores del Shakhtar, Viktor Kornienko, incluso ha estado desplazado ayudando a la resistencia ucraniana.

Sí, es uno de los que se movilizó en la defensa territorial del país. Es algo tan atípico que no se les pudo dar ni un plan para que se acondicionasen físicamente las dos semanas antes de iniciarse la pretemporada. Estaban en otras responsabilidades. Viktor estuvo muy involucrado y ahora tendremos que prepararlo mejor, porque ha pasado un tiempo sin poder ejercitarse.

El resistir parece algo natural en el Shakhtar porque lleva casi una década sin poder jugar en casa, desde que arrancaron las escaramuzas en el Dombás.

Son guerreros, ese espíritu les lleva a competir al máximo nivel año a año. Me identifico con eso. A través de la ambición romper los límites y superar obstáculos. Hay futbolistas que desde 2014 han perdido sus casas. Mentalmente les veo fuertes. Veo al grupo fuerte, no quieren ni hablar de la guerra, en su cabeza está que pueden jugar. El mostrarle al mundo que no están muertos, que el país está vivo y una manera es con el fútbol. Es una gran responsabilidad.

“El Shakhtar quiere mostrar al mundo y a través del fútbol que el país está vivo, es una gran responsabilidad”

Igor Jovicevic, en AS

Acaba de firmar por un club pero no puedo evitar preguntarlo. ¿Le veremos pronto entrenando en España?

He tenido la oportunidad de pertenecer durante cinco años al Real Madrid y aprendiendo sus valores, se me quedó grabado en el cerebro. Ahora, esa ambición de conseguir lo que quizás no pude como futbolista la transformo en energía como entrenador. Seguramente uno de los pasos siguientes es entrenar en España. Tengo mentalidad española (ríe).

Hábleme, por último, de su compatriota Luka Modric. Ponerle fecha de caducidad ya es un osadía.

Totalmente (ríe). Hace un año y pico le pedí por mensaje una camiseta, de recuerdo. Pero nunca logramos el timing de coincidir para que me la entregue. Yo le digo en broma que vale, que ya me la dará cuando juegue con 46 años en Los Ángeles Galaxy. Su carrera va para estar a tope hasta los 42 o los 43, es increíble el talento que tiene, mezclado con esa motivación de superarse. Ya no juega contra los demás, juega contra sí mismo. De niño también vivió la guerra y esa gente es especial, yo le admiro muchísimo.

Viendo han sido los sorteos recientes de la Champions, podrá pedírsela cuando el Shakhtar se mida al Madrid...

Ojalá, ojalá, y que me dé esa camiseta en el Bernabéu...

Un olfato especial para encontrar diamantes en bruto

Una de las razones por las que el Shakhtar se lanzó a por Igor Jovicevic es su peculiar ojo para detectar talentos a los que, después, poner en el mercado. El croata lo empezó a modelar como director deportivo del Lviv Karpaty y más tarde en el Dnipro, donde generó ventas de talentos por 15 millones de euros y clasificó al equipo para Conference League, lo que supuso una inyección de cuatro millones de euros con el premio europeo. En el Dinamo de Zagreb también sacó un tridente de perlas croatas listas para dar el salto. Se trata del central Gvardiol (20 años), vendido al Leipzig por casi 19 millones, el pivote Franjic (22 años, al Wolfsburgo por 7,5M€) y ahora otro central, Sutalo, de 22 años, pretendido por el Milan y el Monza en Italia. Un aval para hacer crecer a los jóvenes del Shakhtar en esta economía de guerra, ahora sin brasileños, a la que se ha visto forzado el club ucranio.