“No sé si es causal que el PSG presione mejor sin Mbappé”

Will Still (Braine-l’Alleud, Bélgica, 14 de octubre de 1992) se convirtió hace dos temporadas en uno de los técnicos revolucionarios del fútbol europeo. Con tan solo 30 años, el belga, de origen inglés, sucedió de forma interina a Óscar García en el banquillo del Reims. Con el histórico club francés, una racha de 19 encuentros consecutivos sin perder, récord de la institución, le catapultaron al estrellato.

En verano, tras la sorprendente salida de Franck Haise, Will Still fichó por el Lens, después de haber suscitado el interés de muchos clubes ingleses. El conjunto norteño, que lleva los colores de la bandera española, rojo y amarillo, le dio las riendas del proyecto, un club del que se hizo hincha, tal y como confirma en esta entrevista con el Diario AS, jugando con su hermano al FIFA 2003. Antes de medirse al PSG, el técnico de los Sangre y Oro atiende a este periódico para explicar su carrera y cuál es el antídoto para frenar al PSG, al que tuvo contra las cuerdas en los 1/32 de la Copa de Francia en diciembre.

¿Cómo afronta el partido contra el PSG? En los dos partidos, de Ligue 1 y Copa, la sensación es que el equipo parisino no fue superior al Lens.

Lo abordamos con serenidad. Aprendimos muchas cosas del primer partido que disputamos contra ellos en París (victoria 1-0 del PSG), y también del de Copa (victoria del PSG en los penaltis). Debemos ser más eficaces y tener más mordiente ofensiva si queremos sorprenderles ahora. Sabemos que tenemos cualidades para hacer sufrir al PSG. Estamos tranquilos y bastante confiados.

La eliminación en Copa contra el PSG fue en penaltis y el Lens mereció más en el segundo tiempo. ¿Le dolió más aquella eliminación que la del Panathinaikos? En ambos partidos, la sensación es que el resultado fue injusto.

La del Panathinaikos nos hizo bastante más daño, porque había un sentimiento de injusticia. Nos expulsaron a un jugador en la ida, Danso, que después no se sabía si se iba a marchar (falló reconocimiento médico con la Roma). Nos hizo bastante daño la de Panathinaikos. La del PSG fue frustrante, porque queríamos clasificarnos y celebrarlo con los aficionados. Tuvimos la mala suerte de enfrentarnos a ellos en la primera ronda y pudimos llevarles a los penaltis, y los penaltis son casi una lotería.

Se ha enfrentado ya al PSG antes como técnico del Reims. Este verano se marchó Mbappé. ¿Siente que el equipo, colectivamente, cuando presiona, está más coordinado porque ahora presionan todos y antes, con las estrellas, había 2-3 jugadores que no lo hacían?

No sé si tiene relación con la salida de Mbappé que ellos presionen mejor, pienso que Luis Enrique ha establecido una idea de juego desde hace bastantes años. Colectivamente, esta temporada, el PSG es un equipo fortísimo, muy buenos en la presión y en el contrapressing, pero también lo que hacen con la posesión, con bastantes movimientos y calidad individual. Colectivamente son un equipo muy trabajado. No sé si tiene relación con Mbappé, espero que no, lo que Luis Enrique está haciendo está bastante bien.

Usted, en verano, decidió fichar por el Lens. Dijo en una entrevista que se enamoró del club porque jugaba de pequeño, en el FIFA 2003, con ellos. ¿Es eso cierto?

Sí, es verdad. El primer recuerdo que tengo del Lens es el FIFA 2003. La imagen que se me viene a la cabeza es el Bollaert, con los colores de las banderas rojas y amarillas. Hice un Modo Carrera con mi hermano. Es el primer gran recuerdo que tengo del Lens y eso me hizo, también, conocer la Ligue 1. Todo ello por el FIFA.

¿No sintió algo de vértigo cuando fichó por el Lens? El equipo venía de hacer varias temporadas espectaculares con Franck Haise y el legado que dejaba el técnico era gigantesco.

El legado sigue siendo enorme. Creo que hay que poner en valor todo lo que hizo. Sabía que, llegando al Lens, había cosas que iban a ser complicadas. Y fue el caso. Sabía que el Lens atravesaba una reestructuración total. Había un nuevo entrenador, un nuevo director deportivo y un nuevo director general. También salieron pesos pesados, como nuestro capitán, Samba, y ahora se marcha Khusanov. Sabíamos que este año iba a generar debate. Todo lo que yo he podido aportar es un poco de estabilidad y continuidad respecto a lo que él había hecho. Respeto el trabajo de Haise y a todo el mundo que trabajó con él. Poco a poco he ido aplicando mis ideas e intentando hacer crecer al club. Soy perfectamente consciente del estado del fútbol francés en general y de la economía del Lens. Aplicar mis ideas requiere tiempo y no se hace de la noche a la mañana. Lleva tiempo. Es lo que queremos hacer.

Con apenas 31 años, usted maravilló con el Reims en la Ligue 1. Acumuló 19 partidos sin perder. ¿Cómo se digiere que un entrenador tan joven se convierta en una estrella y salga cada fin de semana en los medios de comunicación?

No es difícil, porque tengo amigos muy cercanos y una familia muy cercana. Estoy en contacto con ellos. No busco hacer cosas que no me corresponden. Lo único que cambia es que eres conocido. No puedes hacer cosas normales que antes hacías. Debes adaptarte. No es tan fácil ir al cine o correr. Eres conocido en todo el mundo. Debes estar atento a todo lo que dices y haces. Es una adaptación. No es mejor ni peor. Es diferente. Forma parte de la realidad de un entrenador y del mundo del fútbol.

¿El mito de que los videojuegos le acercaron al fútbol es mentira? Se hizo muy famoso en España por el Football Manager y por, supuestamente, haber comenzado a amar la táctica a través del videojuego.

Es un mito (risas). Como siempre digo, soy una persona normal. Todos mis amigos, mis dos hermanos, todo el mundo ha jugado al FIFA y al Football Manager. Porque es un mundo virtual parecido a la realidad. He jugado muchas horas, como al FIFA, al que jugué. Forma parte de una generación. Y no era diferente. Sabía desde muy pequeño que quería trabajar en el fútbol, ya fuera como entrenador, jugador o ayudante... No sé. Y después, dije que el juego del Football Manager te ayuda mucho y estaba muy bien hecho.

Comenzó usted la temporada con tres centrales, después ha cambiado a defensa de cuatro. Para un entrenador, ¿es importante tener flexibilidad táctica? ¿O lo que importa es la ocupación de espacios antes que los sistemas tácticos?

Es un poco ambas cosas. Buscas explotar los espacios que son diferentes, porque no es lo mismo jugar en 3-4-3 que en un 4-3-1 o un 3-5-2. Estimo que tener esta flexibilidad, esta apertura a nuevos sistemas, porque cada rival es diferente, es interesante. La semana pasada, por ejemplo, cambié de sistema contra el Le Havre en medio del partido. Sería tonto si estuviera todo el rato pensando en jugar de la misma forma. Sería ridículo. Busco siempre ganar el partido. Sí, podemos tener cierta continuidad con las herramientas que disponemos. Con mis principios, tener la posesión y atacar continuamente, ocupamos espacios diferentes y buscamos cosas distintas en función de cómo nos busquen en la presión.

¿Qué es para usted ocupar bien los espacios? ¿Generar superioridad en cada zona del campo?

No exactamente así. Porque hay situaciones en las que lo que buscamos no es la superioridad, sino facilitar que uno de nuestros jugadores se encuentre en situaciones de uno contra uno. El principio de juego, sí, es tener una superioridad en cada zona del campo, ser verticales con el balón y tomar riesgos. Si alcanzamos el mezclar todos estos elementos, seremos peligrosos. Depende de en qué zona esté el balón en el campo, el tipo de jugadores que tengamos y el tipo de presión que ejerza el rival.

Para un entrenador, lo más importante es ganar. ¿Pero es más importante asentar una idea de juego reconocible en la que los jugadores se sientan partícipes y sepan, desde el primer momento, qué hacer con el balón?

Creo que puedo tener muchas ideas, pero si los jugadores no están convencidos, no funcionará nada, porque al final son ellos los que juegan y los que deciden qué va a pasar. Intento de ser lo más claro y simple posible. Damos cierta responsabilidad a los jugadores para que se puedan explicar. Les podemos dar una estructura y unas zonas para que jueguen, pero si no se sienten cómodos, no sirve para nada. Tienes que generar un entorno confortable para todo el mundo, pero siendo exigente. Es una mezcla de todo en la que existe una cierta libertad para cada jugador y cierta exigencia para alcanzar nuestros objetivos.

¿El juego de posición se puede aplicar con un equipo que no tenga jugadores para ello? ¿Cuál es, para usted, la clave para desarrollarlo?

Reitero lo dicho antes. Si no tienes jugadores para desarrollar el juego de posición, no puedes ser obstinado e intentar ejecutarlo. Hay que ser pragmático, hay que ser realista. Si no tengo un equipo para mantener la posesión y acumular 50 pases para marcar, no lo haré. Un entrenador es juzgado únicamente por los resultados. Si has jugado bien y no has ganado, a los aficionados les da absolutamente igual la forma de jugar. Hay que ser realista, pragmático, si tenemos que jugar largo y en segundas jugadas, lo haremos para ganar. A todos nos gusta marcar goles magníficos. Lo que hay que hacer es adaptarse.

Con muchas bajas, con varias ventas importantes, entre ellas Samba y Khusanov, el Lens ha terminado a tres puntos de la Champions League la primera vuelta. ¿Cree que, con algo más de efectividad de gol, el equipo habría sumado muchos más puntos? En casi todos los partidos, el Lens ha pasado por encima de sus rivales, al menos por juego y ocasiones.

Si hubiéramos marcado esas ocasiones que generamos, podríamos estar terceros sin dudar. Nos ha faltado eficacia en los metros finales. Es algo frustrante. Porque como decías, aparte del primer tiempo contra el PSG, nadie nos ha pasado por encima en ningún partido. Es el único partido en el que reculamos. Es muy frustrante. Si queremos alcanzar los objetivos que nos han fijado, debemos mejorar ostensiblemente en estos registros. Y vamos a intentarlo ahora mismo.

¿Cuál es el objetivo del Lens? ¿Clasificarse a puestos europeos?

Sí, es el objetivo del club. Dijimos desde el primer día que llegamos al Lens que nuestro objetivo era clasificarse para puestos europeos. Y es lo que vamos a intentar lograr.

Y por último. Usted al PSG esta temporada le ha complicado mucho las cosas defendiendo en marcajes individuales. ¿Cree que es la única manera de que Luis Enrique, con su idea de juego ofensiva, no genere superioridades en ninguna zona del campo? ¿Estará ahí una de las claves para ganarles el domingo?

Creo que no es la única solución, porque la ventaja que genera el PSG es que tiene un portero que juega bien con los pies al que si presionas ya se genera otro jugador libre aun presionándoles en marcaje individual. Lo más importante, para mí, es cerrar los espacios, intentar molestar sus rupturas y los cambios de posiciones que hacen. Si presionas hombre por hombre está bien, pero no puedes presionar a todo el mundo y poner a tu portero de central. La clave es bloquear sus permutas, sus movimientos al espacio y cerrar los pasillos interiores. Otra de las claves es identificar las zonas del terreno de juego, siempre muy específicas, en las que si puedes salir a presionar y hacerlo. Está claro que la ventaja que tienen es que disponen de jugadores de mucha calidad en todo el campo y, si tu decides presionarles en marcaje individual como expones, el portero, que está libre, avanzará y avanzará y al final no le vas a dejar que salga al centro del campo.

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