Fran Sol: “No es habitual que un futbolista escriba un libro de ciencia-ficción”
Autor de ‘Madrid 2035′. Fran Sol, ‘el águila de Vicálvaro’ prepara su segundo libro. Domina cinco idiomas. Cedido por el Dinamo Kiev. Seguirá si el Málaga asciende a Primera.
Empezamos hablando de su libro.
Madrid 2035. Fue porque pasé un tiempo malo cuando estaba en Ucrania. Mucho tiempo solo y concentraciones muy largas, de meses y sin la familia. Estaba un poco aburrido de todo lo común; películas, lectura y jugar a la play. Yo soy un chico al que siempre le ha gustado la literatura. Empecé a escribir poco a poco y en unos meses tenía como un boceto de un libro. Al final salió algo muy bonito.
Richard es el protagonista.
Es un personaje que he inventado. Mucha gente dice que se parece a mí. La gente que ha leído el libro dice que soy yo. Ni mucho menos. Él tiene una personalidad muy diferente a la mía en muchos aspectos. Pero sí que en algunos de ellos he querido plasmar situaciones, vivencias y experiencias que me han ocurrido extrapolándolas al libro y tratándolas como unas metáforas y alegorías.
Aquella enfermedad que sufrió.
Eso es. Fue un tumor en el testículo. No llegó a ser un cáncer porque los médicos me dijeron que mi propio cuerpo había matado el tumor y que no necesitaba hacer quimioterapia.
José Saramago dice que la gente pide que todo el mundo haga deporte, pero que nadie le dice a un deportista que lea un libro.
Es una frase bonita. Es verdad que la lectura, la tranquilidad que te da leer y escribir, te puede ayudar al rendimiento en deporte.
¿Habrá otro libro?
Yo creo que sí. Ya estoy escribiéndolo. Lo que pasa es que ahora mismo, con el nacimiento de mi segunda hija tengo menos tiempo para ello. Y más en Málaga con esta maravilla de clima, gente y sociedad que tenemos. No es lo mismo que en Ucrania, que estaba aburrido y pasaba muchas horas solo.
Tuve un tumor en el testículo. No llegó a ser un cáncer porque los médicos me dijeron que mi propio cuerpo había matado el tumor y que no necesitaba hacer quimioterapia”
Ha dado unas cuantas vueltas…
Rayo Vallecano donde estuve de pequeño. Luego Real Madrid, Lugo cedido, Oviedo, Villarreal donde debute en Primera División, Willen II y después me compró el Dinamo de Kiev por 3,5 millones de euros.
Tiene buenos recuerdos de los Países Bajos.
Fue una buena época porque mi familia y yo disfrutamos mucho de la vida y encima me salieron muy bien las cosas.
Domina cinco idiomas, castellano, francés, inglés holandés y ruso.
El que más me cuesta es el holandés. Más que el ruso porque en este caso tuve un profesor particular dedicado a mí horas y horas. Se me dan bien los idiomas y me gusta. Esa es una parte muy importante y el ruso lo hablo con fluidez.
¿No se podían imaginar que estallaría la guerra en Ucrania?
Sí se lo imaginaban porque empezó la guerra en 2014.Yo fui allí en 2019. Lo que pasa es que esa guerra estaba más al oeste del país, en la zona del Dombas. Parecía que no iba a salir de ahí. Pero como se ha visto sí ha salido.
El Dinamo de Kiev es un equipo histórico.
Y ahí estuvo uno de los mejores futbolistas de siempre, Oleg Blokhine. Me han dicho que tenía una rivalidad terrible con el CSKA de Moscú. Una pena que haya pasado esto.
¿Y la vida allí cómo es?
Vivía en un apartamento con mi familia. Pero es verdad que eran muchas horas de concentración y los futbolistas europeos de España, Inglaterra, Italia o Francia no lo llevaban bien. Ellos están acostumbrados porque llevan la vida toda la vida así. El llegar a las 12 de la mañana para entrenar a las cinco de la tarde no lo llevaba muy bien. Estábamos más de ocho horas allí y para mí, personalmente, fue duro. Por eso fue mi libro porque el aburrimiento te hace sacar tu creatividad, y un lado que no sabes que tienes.
No son muchos los futbolistas y gente del deporte que se ha lanzado a la escritura. Óscar De Marcos, Oriol Romeu, Toshack, Venables, Pepe Mel, Unai Emery…
Hay deportistas que han escrito libros. Lo que no es habitual es que hayan hecho una ciencia-ficción o una novela como hice yo. Y eso es una de las cosas de las que más orgulloso me siento.
¿Cuánto le queda de contrato con el Dinamo de Kiev?
Un año más. Hasta el 30 de junio de 2024. En caso de que ascendiéramos con el Málaga me quedo aquí.
Ascenso. Palabra mágica o maldita?
Cometimos el error de hablar al principio de ascenso. Hay que hablar de ‘partido a partido’ y ver donde estamos. Ganar cada partido como podamos y con nuestro plan. La filosofía que tiene el Cholo Simeone a nosotros nos podría venir bien porque el ‘partido a partido’ te dice dónde vas a poder estar o no.
El otro día le preguntábamos a Gallar si Guede era ‘muy Simeone’. Nos respondió: “Es muy Guede”.
Jajajaja… Es un entrenador muy peculiar que tiene unos métodos y una manera de entrenar que a mi parecer son muy buenos. Creo que le dan al jugador esa pizca de picardía, de fútbol sudamericano que él tiene y que al Málaga le puede venir muy bien.
Cometimos el error de hablar al principio de ascenso. Hay que hablar de ‘partido a partido y ver donde estamos”
La jugada del saque inicial en Miranda de Ebro que casi acaba en gol de Febas, ejemplo de estrategia.
Fue una jugada muy buena. Una pena que no acabase en gol.
Esto parece una noria. Se pierden dos partidos y matan al entrenador; se gana uno y optimismo tremendo… y así.
Ni antes éramos dioses ni ahora somos malísimos. Seguimos trabajando. También cometimos errores contra el Mirandés que hay que solventar. Hay que mejorar día a día.
Se pasa del todo a la nada.
Es verdad que hay ciertas aficiones que son más vehementes y pasionales. Es lo que le pasa al Málaga. Tiene su lado bueno y su lado malo. La del Eibar es totalmente diferentes; ganes o pierdas siguen una línea. Aquí si ganas te invitan a comer y si pierdes pues igual recibes algunos insultos. Hay que acostumbrarse. Ni una es mejor ni otra es peor. Hay que convivir con el carácter de la gente porque un malagueño no es igual un eibarrés. Hay que adaptarse a dónde vas.
Con el Eibar marcó dos goles en La Rosaleda.
Eso habrá que remendarlo (risas).
Duro el ‘no ascenso’ que vivió con el equipo armero.
No se pudo dar. El fútbol es así. Le va a costar recuperarse porque es un golpe duro.
¿Se considera un delantero centro tradicional o un segundo delantero?
Soy un delantero que se adapta bastante a lo que le pide el entrenador. He jugado en algunas ocasiones de referencia, sin moverme al lado de los centrales para peinar balones, quedármela de cara y en otras ocasiones he jugado más mas asistiendo a las medias puntas para poder crear jugadas y llegar desde atrás.
¿Le ha preguntado a Rubén Castro qué come para seguir así se bien?
Sí, pero no me lo dice (risas). No se lo quiere decir a nadie porque es su secreto. Es una broma… Solo tengo para el palabras maravillosas porque jugar con edad, cómo lo hace y los datos que tiene… lo que hace es impresionante. Solo queda alabarle y soñar que algún día los que estamos jugando podamos llegar a su edad haciendo lo mismo que él. Ojalá. Lo que hace es increíble. Palabras de admiración a lo que hace y cómo se cuida.
¿Qué le queda de la escuela madridista.
Estuve allí once años. Me queda ese gen ganador, el espíritu competitivo que tiene el Real Madrid…
Y Pablo Sarabia.
Es mi mejor amigo dentro del fútbol. Estamos siempre en contacto y ahora estaba pendiente de si se quedaba o se iba del PSG. ¡Ojalá se viniera al Málaga! Se podía ir al Sevilla o al Valencia. Espero tenerle cerca.
¿Qué le decidió a firmar por el Málaga?
Tenía varias ofertas. Equipos potentes de Segunda y del extranjero. Capote, la mano derecha de Manolo Gaspar (el director deportivo), Manolo y el míster me llamaron y estuvieron muy cariñosos conmigo. Con Capote compartí vestuario muchos años en el Real Madrid y siempre hemos hablado. Este interés por el Málaga lleva años y este era el año que más cerca estábamos de que se dieran las cosas. Nada más terminar la temporada Capote me llamó y dijo que me querían. Sentía que le debía algo a Capote y que se diera este movimiento. Y luego me llamó el míster y me convenció rápidamente.
Encontró un Málaga en depresión tras salvarse del descenso por los pelos.
Se habla mucho de la depresión del año pasado, de lo mal que se pasó, de los partidos que se perdieron. Eso hay que olvidarlo. Agua pasada no mueve molino y para adelante.
Madrileño y de Vicálvaro.
Me llamaban ‘el águila de Vicálvaro’. Aquí lo tengo tatuado. Me lo pusieron porque decían que cazo goles como un águila. Me lo puso un comentarista. Y ahí se quedó.
¿Cuál es el futbolista en el que siempre se ha fijado?
A mí me ha encantado siempre Raúl González Blanco. Como profesional y de cara a la prensa. Era mi ídolo de pequeño.
¿Y el defensa que más difícil se lo ha puesto?
Posiblemente Matthijs de Ligt, el defensa del Ajax que luego se fue a la Juventus (ahora está en el Bayern). Junto con él jugaba Blind que también jugó en el Manchester.
Me pusieron ‘el águila de Vicálvaro’ porque decían que cazo goles como un águila. Me lo puso un comentarista. Y ahí se quedó”
¿El entrenador más exigente?
Marcelino seguramente. Es el que más te aprieta pero también el que más saca de ti. Es muy exigente y muy bueno.
¿Y Guede?
También es muy exigente. Pide lo máximo a cada futbolista y eso te hace mejorar y no dormirte.
¿Qué nos dice de esta Segunda División?
Una categoría durísima y donde vamos a sufrir muchísimo. Hay que ganar partidos sufriendo. Nos va a tocar remangarnos e intentar hacerlo lo mejor posible.
¿El mejor recuerdo de su carrera?
Me acuerdo de un gol que le metí al Ajax. El Willem II llevaba 100 años sin ganar en el Amsterdam Arena. Ese gol nos sirvió para ganar y fue muy bonito cómo nos recibió la afición.
¿Se va acercando el Málaga a lo que quiere Guede?
Se va acercando. El Málaga quiere ser un equipo que esté bien en defensa y sepa salir a la contra