En ‘casa’ de Bellingham no le quieren en el City
Un mural en el estadio del Birmingham recuerda a su joya, cuyo dorsal fue retirado. “No jugará en ningún otro club inglés, sólo aquí cuando vuelva”, dicen.
En Catell Road, al sureste de Birmingham, un mural con la figura de Jude Bellingham sirve de gran homenaje por parte de la afición que le vio nacer y crecer antes de irse al Dortmund, la del Birmingham City. Junto a él, el otro gran mito del club, Trevor Francis, sin duda los dos personajes de la historia de un conjunto con 148 años de vida y sumido en estos momentos en una importante crisis en la segunda división del fútbol inglés, la Championship.
Bellingham es un ídolo entre los ‘blues’. Su nombre sigue sonando entre la afición, que lo recuerda con cariño y verdadera adoración. Es un producto suyo. Un ídolo. “No queremos que juegue en ningún club inglés más, solo en el nuestro... cuando decida regresar a casa”, cuenta John, un veterano seguidor que pasea por la tienda del club. Entre City o Madrid, no hay dudas. Mejor fuera de Inglaterra que en otro conjunto inglés en el que poder restar protagonismo al Birmingham. “Puede adaptarse a cualquier liga y a cualquier equipo. Lo está demostrando en Alemania. Es un jugador mayúsculo”, cuenta otro hincha, Rob, mientras hace una foto de su ya icónico mural.
Desde allí se ve el mítico estadio Saint Andrews, levantado en 1906 y orgullo de una afición que vive estos años a la sombra del otro gran equipo de la ciudad, el Aston Villa. Hasta los años 90, la entidad que ahora pertenece al chino Wenqing Zhao fue un clásico de la primera división inglesa. Después, la altísima competencia le llevó a ascensos y descensos. El último movimiento se produjo en 2012, cuando cayó de la Premier a la Championship. Desde entonces no ha podido salir de ahí. Sólo un año antes había ganado al Arsenal en Wembley la Carabao Cup, la Copa de la Liga, sin duda el mayor éxito en la historia del club.
En segunda ha visto desfilar a infinidad de jugadores incapaces de lograr el retorno a la Premier. También a varios talentos de su academia, entre los que destaca sin duda Bellingham. Con 16 años y 38 días sigue siendo el jugador más joven en jugar en el Birmingham City. Tal fue su impacto aquel único año en el primer equipo del club de sus amores que a final de curso el United y el Dortmund se pelearon por llevárselo.
Lo logró el cuadro alemán a cambio de 28 millones de euros, la cifra más alta pagada entonces por un jugador de 17 años. El Birmingham decidió retirar el número 22 para siempre y recordar a uno de los mayores talentos de su academia en la historia. Ya nadie podrá portarlo. Un gesto que habla de lo que es Bellingham para el equipo en el que se formó y debutó, ese que quedaría en la sombra si Jude decide militar en otro club inglés en vez de en el extranjero.