El Racing pide rigor y equidad a los árbitros
Tras la expulsión de Gassama y el penalti en Ibiza, afirma en una nota oficial sentirse perjudicado por las decisiones arbitrales tanto en el campo como a través del VAR
El Racing se ha sumado a la lista de equipos de LaLiga SmartBank que hacen público su enfado con las decisiones arbitrales, como hicieron en las últimas semanas la Ponferradina y el Lugo, entre otros. La gota que ha colmado el vaso de los racinguistas ha sido el arbitraje de Caparrós Hernández en el Ibiza- Racing: los cántabros consideran injustas tanto la expulsión de Sekou Gassama como la señalización del penalti a favor del Ibiza en el 92′, que propició el único gol del partido. Este es el contenido del comunicado oficial: ‘El Real Racing Club muestra su malestar por las decisiones arbitrales sufridas en LaLiga SmartBank. La entidad verdiblanca se siente perjudicada, pues considera que han acarreado pérdida de puntos, y solicita rigor y equidad tanto en las actuaciones de los colegiados en el terreno de juego como en las consideraciones realizadas a través del VAR. El equipo cántabro, que es el que más faltas recibe de la categoría (16,6 de media por partido hasta la 18ª jornada), es, a su vez, el que más expulsiones -nueve- ha sufrido en el campeonato 2022/23 (el segundo es el Albacete Balompié con cinco, casi la mitad). Esta circunstancia, que afecta tanto al partido en juego como a los sucesivos por la sanción de los futbolistas implicados, se produce cuando el Racing no se caracteriza por emplear juego brusco o antideportivo’.
Este enfado racinguista ya lo adelantó el entrenador del equipo, Guillermo Fernández Romo, habitualmente un hombre muy moderado en sus declaraciones, en la rueda de prensa posterior al partido: “Es vergonzoso que existan las decisiones que mi equipo ha tenido hoy en contra. Ya son muchas, no las quiero sumar, pero las de hoy han marcado totalmente el devenir. Todos tenemos que hacer autocrítica, yo el primero cuando hablo del juego, de la alineación, los cambios..., y los demás con su trabajo, pero lo que ocurre es que los trabajos de unos están condicionados por los de los otros. Podemos decir misa, pero el árbitro, Caparrós, y el señor del VAR, Sagués, que ha tomado otras decisiones muy desfavorables para nosotros, y confirmadas posteriormente que no han sido así, culpabiliza mucho todo lo que ocurre ahí”.
La expulsión de Sekou Gassama, novena del curso en 19 jornadas para los racinguistas, llegó por doble amarilla, la primera por saltar tarde y arrollar en el aire a un rival que había despejado el balón y la segunda por pisar en la cara anterior de la rodilla derecha a un futbolista del Ibiza que estaba en el suelo. El pisotón es palmario, aunque la acción parece involuntaria, sin hacer fuerza y parece inevitable por parte del delantero catalán, que estaba saliendo de una pugna con tres jugadores, dando media vuelta y con la necesidad física de apoyar su pie en el suelo..., solo que se encontró con la pierna de un rival. Caparros Hernández entendió también que no había agresión, por lo que no sacó tarjeta roja directa, pero consideró inevitable la amonestación.
La segunda de las acciones, el penalti señalado a Eneko Satrústegui en el 92′ es otra acción discutible. No hay debate en que el cuero golpea al navarro en su codo derecho, pero parece una jugada tan involuntaria e inevitable como la anterior. Satrústegui tiene el codo pegado al abdomen e inicia un giro que él explica que es para evitar el contacto con el balón y Caparrós entiende como una manera de ocupar un espacio extra, una especie de zamorana.
Lo que sí parece claro es que son dos decisiones del árbitro en el terreno de juego y en la que poco puede aportar el colegiado que estaba en la sala VAR, Sagués Oscoz, ya que Caparrós estaba bien situado, ve las acciones y tanto el pisotón de Gassama como el golpeo del balón en el codo se produjeron. Es solo cuestión de interpretación. En el Racing, en cualquier caso, existe un gran resquemor con Sagués, al que nombró Romo en Ibiza, ya que se siente perjudicado por él (era su cuarto partido en la sala VAR con el Racing), especialmente desde que instó a pitar un penalti, penaltito a lo sumo, a favor del Real Oviedo y que supuso la derrota del Racing.
