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REAL MADRID

El ‘Plan Renove’ deja dudas

Llamados a suceder a Kroos y a Modric, Tchouameni, Valverde y Ceballos naufragan en el primer test serio y exigente.

Tchouameni, Valverde y Nacho, en un lance del partido ante el Mallorca.
JUAN MEDINAREUTERS

Era la primera vez que Ancelotti alineaba de salida a Tchouameni como pivote, escoltado por Valverde a su derecha y por Ceballos a su izquierda. Un centro del campo joven (una media de edad de 24,3 años). El francés estaba para cortar el juego del Mallorca, mientras que los otros dos estaban fijados para ser los generadores de juego madridistas en una de las primeras pruebas exigibles para este terceto, llamado a ser el Plan Renove del equipo blanco una vez que tanto Modric como Kroos dejen el club madridista. “Esa transición” que lleva mencionando Ancelotti desde comienzo de año tenía una de sus primeras y exigentes pruebas ante el equipo bermellón, pero la idea del italiano naufragó esta vez. El trío, que empezó a despuntar en la pretemporada en el amistoso contra el América (salió en la segunda mitad), se vio avasallado por los futbolistas mallorquines.

Quizá sea Tchouameni quien centre los focos en esta ocasión. El pivote francés, que sale de lesión (jugó unos 25 minutos en el encuentro ante el Valencia el pasado jueves), volvía a la titularidad. Se esperaba mucho más, pero se le notó algo lento, aunque sus cifras en el partido fueron buenas: dio 70 pases correctos (el que más de los blancos) y el madridista que más intervino a lo largo de sus 70 minutos de partido, pero no fueron en zonas clave para el desarrollo del juego blanco. La mayoría fue en el centro del campo y siempre buscando a sus compañeros de alrededor. Sólo dio un pase en el área rival. Dominó los duelos (ganó cinco aéreos) y fue objeto de cuatro faltas. Al francés se le notó la ausencia de minutos de juego para ser un partido de estas características, donde el Mallorca iba a presionar con su línea de cinco defensas y cuatro en el medio. Le falta rodaje para volver a ver al Tchouameni que deslumbró en el encuentro de la primera vuelta ante el Betis, donde se ganó el respeto de todo el mundo. Además, las buenas actuaciones de Camavinga durante su ausencia le hacen estar más exigido que antes. Ahora que Alaba regresa (seguramente Ancelotti lo alinee en el lateral izquierdo ante la baja de Mendy), el duelo entre él y Eduardo se vuelve más interesante.

Ceballos dio un paso atrás después de las sensaciones que había venido mostrando desde sus impactantes irrupciones en el segundo tiempo del partido de Copa ante el Villarreal (donde marcó el gol decisivo) y su entrada en el derbi también copero. Así como sus últimas apariciones en Liga: empalmaba cuatro titularidades consecutivas con el equipo blanco en Liga, fruto de su esfuerzo y trabajo. Pero el utrerano, como sus compañeros, apenas destacó en tareas ofensivas. Aun así, creó cuatro ocasiones, pero donde más destacó fue en la recuperación de balones: un total de nueve. Su compañero Tchouameni solo lo hizo en dos ocasiones. Quizá esa labor más de trabajo sucio le hizo estar más pendiente de esa faceta que la de generar juego. Su equipo lo notó: apenas dio 64 pases de 73 intentados, aunque en su demérito está en que buscó más a sus compañeros de ataque que su compañero francés.

Fede Valverde es el que peor cifras presenta. El uruguayo, que abandonó la banda para reforzar el centro del campo, pero apenas se notó su presencia: apareció solo en 60 intervenciones, sólo recuperó un balón, cometió dos faltas (una señalizada con amarilla). Aunque en su beneficio hay que resaltar que fue el que más remató de los tres: cuatro disparos, pero todos ellos lejos de la meta de Rajkovic. Poco a poco va subiendo de revoluciones, pero no acaba de definirse en el campo y de volver a ser el Pajarito que se convirtió en Halcón durante la primera parte de la temporada: o es atacante por banda o ayuda en el centro del campo en un doble pivote. Era un partido para despejar dudas sobre su gestión con el balón, pero acabó siendo sustituido y pegando un puñetazo al banquillo tras su cambio. El dato es revelador: antes del Mundial había participado en 22 encuentros (entre todas las competiciones), con ocho goles marcados (uno de ellos estratosférico ante el mismo Mallorca) y cuatro asistencias. Después de la cita de Qatar, Fede ha participado en 10 encuentros: no ha marcado ni asistido a ninguno de sus compañeros…

Lo lógico es que conforme vayan pasando partidos y vayan compenetrándose, el Madrid irá subiendo de prestaciones, pero el Madrid no espera y el primer examen serio para este trío acabó generando más dudas que certezas.