El Madrid, molesto por el arbitraje de De Burgos
La actuación del colegiado vasco se viene a sumar a otras decisiones arbitrales que desde el club blanco se considera que les han perjudicado a lo largo de la temporada.
“Nos vamos a Madrid con dudas en torno al fuera de juego (de Asensio). En el Mundial de Clubes, con el semiautomático, todo parecía más claro. Yo hoy me quedo con la duda”. Así soltaba una nueva bomba Carlo Ancelotti en la conferencia de prensa posterior al Clásico, aunque ya había dejado sembrar la duda en el flash interview televisivo. Entonces ya lanzó la primera pulla sobre la acción más polémica del encuentro: el fuera de juego señalado a Marco Asensio a falta de diez minutos del final y que dejaba a los blancos ganando 1-2 en el coliseo azulgrana: “¿Tú crees que era fuera de juego? Sí, sí… hay que aceptarlo. Pero me quedo con la duda. Seguro no hay nada, pero tenemos derecho a dudar…”.
Para la expedición blanca, esa fue la acción que determinó el futuro del Clásico. Los blancos creen que con esa decisión la Liga está prácticamente sentenciada aunque se agarran al lema de competir hasta el final. Ahora deben mirar por el retrovisor, donde el Atlético se ha situado a cinco puntos de los blancos con 36 puntos todavía en juego. La segunda plaza puede peligrar para los blancos si se distraen…
Pero aparte de esa jugada, el cabreo es notorio por la acción de Gavi, que agredió a Ceballos sin estar el balón en juego por la zona en la que ambos se desenvolvían. Era una acción de VAR, en el que Soto Grado, el colegiado que estaba ayer en la Sala VOR, no avisó a Ricardo De Burgos Bengoetxea, árbitro principal del Clásico, por no creer que fuera tarjeta roja. Eso no ha hecho más que sumar sus quejas a otros ocho ‘errores’ que creen que les han perjudicado, así como los ‘errores’ que han favorecido a otros equipos, sin ir más lejos al equipo azulgrana.
Por ese motivo, el sentir del Real Madrid con los árbitros se podría resumir en dos palabras: incredulidad y perjudicados. En el seno del club blanco no acaban de creerse el sistema de VAR que impera desde hace varias temporadas. No entienden la disparidad de criterios en jugadas que son similares en otros encuentros, y que en el caso del Madrid es tarjeta, caso de Sergi Roberto, por ejemplo. El barcelonista hizo una dura entrada a Nacho al comienzo del encuentro. Una acción que no fue sancionada con tarjeta amarilla, mientras que instantes después era el propio Nacho quien veía la cartulina por una acción similar sobre Araújo. Además, recuerdan el gol que pudo valer una Liga en la campaña 2020-21, cuando un pase de Militao a Mariano fue sancionado con fuera de juego en un encuentro ante el Getafe que acabó en empate a cero.
Todo esto se viene a sumar a otras ocho polémicas de las que ya se ha quejado sotto voce de esta misma temporada. Para los blancos, no se mide con el mismo rasero lo que ocurre con otros equipos con lo que sucede con el equipo madridista. Estas son las otras ocho noches que han dejado huella en esta temporada. Por la sensación de que los arbitrajes fueron o muy permisivos con el rival, o muy duros con ellos. La primera fue una durísima entrada del Papu Gómez sobre Valverde a mediados de octubre en un Real Madrid-Sevilla. Con el partido sentenciado (3-1) y ya en el descuento, pisó severamente al uruguayo y, acto seguido, le propinó un rodillazo.
Partido | Polémica |
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Real Madrid-Sevilla (3-1) | Entradón del Papu a Valverde |
Real Madrid-Girona (1-1) | ‘Mano’ de Asensio |
Rayo Vallecano-Real Madrid (3-2) | Golpe de Balliu a Vinicius |
Real Madrid-Cádiz (2-1) | Agresión de Fali a Rodrygo |
Villarreal-Real Madrid (2-1) | ‘Mano’ de Alaba |
Mallorca-Real Madrid (1-0) | Diez faltas a Vinicius |
Real Madrid-Barcelona (0-1; Copa) | Permisividad con Gavi |
Betis-Real Madrid (0-0) | Agresión de Ruibal y entradón de Carvalho |
Barcelona-Real Madrid (3-1; Liga) | Fuera de juego de Asensio y agresión de Gavi |
La segunda fue la decisión de Melero López de señalar penalti por una acción de Asensio en el partido en el que el Madrid recibía al Girona. Una acción que el Madrid entendió como un rebote del pecho fue señalada como pena máxima tras ser revisada en el VAR. El Madrid se dejó dos puntos en el camino.
La semana siguiente, el Madrid se descolgó de la cabeza tras perder con el Rayo en su salida a Vallecas: los blancos se quejan de una acción de Balliu que propinó un golpe en la cabeza de Vinicius sin intención de disputar el balón. Para los blancos es una agresión y el jugador rayista, que luego explicó que lo había hecho a propósito: “A jugadores así es difícil pararlos, había que buscar esos truquitos o ese otro fútbol”, señaló. Lo peor vino en el último partido antes del Mundial de Qatar. Fali, jugador del Cádiz, agredió a Rodrygo. “Lo ha hecho a propósito. Me ha mirado y me ha dado. Es una vergüenza, no sé para qué está el VAR”, dijo el madridista. Todo quedó en amarilla...
Las últimas han sido en cuestión de días: una mano señalada a Alaba en Villarreal, cuando el austríaco se encontraba en el suelo, dos durísimos golpes de Gavi en el Clásico de Copa fueron permitidos, algo que tampoco entienden los blancos. El primero, a Camavinga sin posibilidad de disputar el balón y el segundo, poniendo las dos manos en el rostro de Militao. El culé salió indemne de ambas. Como William Carvalho, de una zancadilla a Benzema que habría sido penalti... o Ruibal de una agresión sobre Camavinga intentando ganar la posición en una transición. Golpeó al francés y no vio cartulina; tampoco señaló Soto Grado, el árbitro de VAR en el Clásico, la pena máxima mencionada, ni le avisaron desde el VAR...